Juan 3:12 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Juan
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1 - Y HABÍA un hombre de los Fariseos que se llamaba Nicodemo, príncipe de los Judíos.

2 - Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabbi, sabemos que eres un maestro venido de Dios; porque nadie puede hacer estos milagros que tú haces, si no fuere Dios con él.

3 - Respondió Jesús, y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere otra vez, no puede ver el reino de Dios.

4 - Dícele Nicodemo: ¿Cómo puede el hombre nacer, siendo viejo? ¿puede entrar segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?

5 - Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no renaciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

6 - Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

7 - No te maravilles de que te dije: Necesario os es nacer otra vez.

8 - El viento de donde quiere sopla; y oyes su sonido, mas ni sabes de donde viene, ni donde vaya: así es todo aquel que es nacido del Espíritu.

9 - Respondió Nicodemo, y le dijo: ¿ Cómo puede ser esto?

10 - Respondió Jesús, y le dijo: ¿Tú eres un maestro de Israel, y no sabes esto?

11 - De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos; y lo que hemos visto, testificamos, y no recibís nuestro testimonio.

12 - Si os he dicho cosas terrenales, y no creeis: ¿cómo creeréis, si os dijere cosas celestiales?

13 - Y nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo, es a saber, el Hijo del hombre, que está en el cielo.

14 - Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado:

15 - Para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna.

16 - Porque de tal manera amó Dios al mundo, que haya dado a su Hijo unigénito; para que todo aquel que en él creyere, no se pierda, mas tenga vida eterna.

17 - Porque no envió Dios a su Hijo al mundo, para que condene al mundo; sino para que el mundo sea salvo por él.

18 - El que en él cree, no es condenado; mas el que no cree, ya es condenado; porque no creyó en el nombre del unigénito Hijo de Dios.

19 - Y esta es la condenación, que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz; porque sus obras eran malas.

20 - Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz, y no viene a la luz, porque sus obras no sean redargüidas.

21 - Mas el que obra verdad, viene a la luz, para que sus obras sean hechas manifiestas, porque son hechas en Dios.

22 - Pasado esto, vino Jesús y sus discípulos a una tierra de Judea; y estaba allí con ellos, y bautizaba.

23 - Y bautizaba también Juan en Enón junto a Salim, porque había allí muchas aguas; y venían, y eran bautizados.

24 - Porque aun Juan no había sido puesto en la cárcel.

25 - Y hubo una cuestión entre algunos de los discípulos de Juan y los Judíos acerca de la purificación.

26 - Y vinieron a Juan, y le dijeron: Rabbi, el que estaba contigo de la otra parte del Jordan, del cual tú diste testimonio, he aquí, bautiza, y todos vienen a él.

27 - Respondió Juan, y dijo: No puede el hombre recibir algo si no le fuere dado del cielo.

28 - Vosotros mismos me sois testigos que dije: Yo no soy el Cristo; mas soy enviado delante de él.

29 - El que tiene la esposa, es el esposo; mas el amigo del esposo, que está en pié y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo. Así, pues, éste mi gozo es cumplido.

30 - A él conviene crecer; mas a mí descrecer.

31 - El que de arriba viene, sobre todos es: el que es de la tierra, terreno es, y cosas terrenas habla: el que viene del cielo, sobre todos es.

32 - Y lo que vió y oyó, esto testifica; y nadie recibe su testimonio.

33 - El que recibe su testimonio, éste selló, que Dios es verdadero;

34 - Porque el que Dios envió, las palabras de Dios habla; porque no le da Dios el Espíritu por medida.

35 - El Padre ama al Hijo, y todas las cosas dió en su mano.

36 - El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que al Hijo es incrédulo, no verá la vida; sino que la ira de Dios queda sobre él.