Job 9:12 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Job
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1 - Y RESPONDIÓ Job, y dijo:

2 - Ciertamente yo conozco que es así: ¿y como se justificará el hombre con Dios?

3 - Si quisiere contender con él, no le podrá responder a una cosa de mil.

4 - El es sabio de corazón, y fuerte de fuerza: ¿quién fué duro contra él, y quedó en paz?

5 - Que arranca los montes con su furor, y no conocen quien los trastornó.

6 - Que remueve la tierra de su lugar, y hace temblar sus columnas.

7 - Que manda al sol, y no sale; y a las estrellas sella.

8 - El que solo extiende los cielos, y anda sobre las alturas de la mar.

9 - El que hizo el Arcturo, y el Orión y las Pléiadas, y los lugares secretos del mediodía.

10 - El que hace grandes cosas, e incomprensibles, y maravillosas sin número.

11 - He aquí, que él pasará delante de mí, y yo no le veré; pasará, y no le entenderé.

12 - He aquí, arrebatará: ¿quién le hará restituir? ¿Quién le dirá: Qué haces?

13 - Dios no tornará atrás su ira, y debajo de él se encorvan los que ayudan a la soberbia.

14 - ¿Cuánto ménos le responderé yo, y hablaré con él palabras estudiadas?

15 - Que aunque yo sea justo, no responderé: ántes habré de rogar a mi juez.

16 - Que si yo le invocase, y él me respondiese, aun no creeré que haya escuchado mi voz.

17 - Porque me ha quebrado con tempestad, y ha aumentado mis heridas sin causa.

18 - Que aun no me ha concedido que tome mi aliento, mas háme hartado de amarguras.

19 - Si habláremos de su poder, fuerte ciertamente es: si de su juicio, ¿quién me lo emplazará?

20 - Si yo me justificare, mi boca me condenará: si me predicare perfecto, él me hará inicuo.

21 - Si yo me predicare acabado, no conozco mi alma: condenaré mi vida.

22 - Una cosa resta, es a saber, que yo diga: Al perfecto y al impió, él los consume.

23 - Si es azote, mate de presto, él se rie de la tentación de los inocentes.

24 - La tierra es entregada en manos de los impíos, y él cubre el rostro de sus jueces. Sino es él que lo hace, ¿dónde está? ¿quién es?

25 - Mis dias fueron más ligeros que un correo: huyeron, y nunca vieron bien.

26 - Pasaron con los navíos de Ebeh: o como el águila que se abate a la comida.

27 - Si digo: Olvidaré mi queja, dejaré mi saña, y esforzarme he:

28 - Temo todos mis trabajos: sé que no me perdonarás.

29 - Si yo soy impío, ¿para que trabajaré en vano?

30 - Aunque me lave con aguas de nieve, y aunque limpie mis manos con la misma limpieza;

31 - Aun me hundirás en la huesa: y mis propios vestidos me abominarán.

32 - Porque no es hombre como yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.

33 - No hay entre nosotros árbitro que ponga su mano sobre nosotros ámbos.

34 - Quite de sobre mí su verdugo, y su terror no me perturbe;

35 - Y hablaré, y no le temeré: porque así no estoy conmigo.