Deuteronomio 4:11 - La Biblia Reina Valera 1862

Libro de Deuteronomio
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1 - AHORA pues, oh Israel, oye los estatutos, y derechos que yo os enseño para que hagáis, y viváis, y entréis, y heredéis la tierra que Jehová el Dios de vuestros padres te da.

2 - No añadiréis a la palabra, que yo os mando, ni disminuiréis de ella, para que guardéis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que yo os mando.

3 - Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová por Baal-pehor: que a todo hombre que fué en pos de Baal-pehor destruyó Jehová tu Dios de en medio de tí:

4 - Mas vosotros, que os llegasteis a Jehová vuestro Dios, todos estáis vivos hoy.

5 - Mirád, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para heredarla.

6 - Guardád pues, y hacéd: porque esta es vuestra sabiduría, y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, que oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es esta.

7 - Porque ¿qué gente hay grande, que tenga los dioses cercanos a sí, como Jehová nuestro Dios en todas las cosas por las cuales le llamamos?

8 - Y ¿qué gente hay grande, que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley, que yo doy delante de vosotros hoy?

9 - Por tanto guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los dias de tu vida: y enseñarlas has a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.

10 - El día que estuviste delante de Jehová tu Dios en Horeb, cuando Jehová me dijo: Júntame el pueblo, para que yo les haga oir mis palabras, las cuales aprenderán para temerme todos los dias que vivieren sobre la tierra, y enseñarán a sus hijos.

11 - Y os llegasteis, y os pusisteis al pié del monte, y el monte ardía en fuego hasta en medio de los cielos, tinieblas, nube, y oscuridad.

12 - Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; la voz de sus palabras oisteis, mas figura ninguna visteis más de la voz.

13 - Y él os denunció su concierto, el cual os mandó que hicieseis, las diez palabras, y escribiólas en dos tablas de piedra.

14 - A mí también me mandó Jehová entónces, que os enseñase los estatutos y derechos, para que los hicieseis en la tierra, a la cual pasáis, para poseerla.

15 - Guardád pues mucho vuestras almas; porque ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros en Horeb de en medio del fuego;

16 - Que no corrompáis, y hagáis para vosotros escultura, imágen de alguna semejanza, figura de macho o de hembra:

17 - Figura de ningún animal, que sea en la tierra, figura de ningún ave de alas que vuele por el aire,

18 - Figura de ningún animal que vaya arrastrando por la tierra, figura de ningún pez que esté en el agua debajo de la tierra.

19 - Y porque no alces tus ojos al cielo, y veas el sol, y la luna, y las estrellas, y todo el ejército del cielo, y seas impelido, y te inclines a ellos, y les sirvas, porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos.

20 - Empero a vosotros Jehová os tomó, y os sacó del horno de hierro, de Egipto, para que seais a él por pueblo de heredad, como parece en este día.

21 - Y Jehová se enojó contra mí sobre vuestros negocios, y juró que yo no pasaría el Jordán, ni entraría en la buena tierra, que Jehová tu Dios te da por heredad.

22 - Por lo cual yo muero en esta tierra, y no paso el Jordán: mas vosotros pasaréis, y heredaréis esta buena tierra.

23 - Guardáos no os olvidéis del concierto de Jehová vuestro Dios, que él concertó con vosotros, y os hagáis escultura, imágen de cualquier cosa, como Jehová tu Dios te ha mandado.

24 - Porque Jehová tu Dios es fuego que consume, Dios zeloso.

25 - Cuando hubiereis engendrado hijos y nietos, y hubiereis envejecido en aquella tierra, y corrompiereis, e hiciereis escultura, imágen de cualquier cosa, e hiciereis mal en ojos de Jehová vuestro Dios para enojarle,

26 - Yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pereciendo pereceréis presto de la tierra a la cual pasáis el Jordán para heredarla: no estaréis en ella largos dias, que no seais destruidos.

27 - Y Jehová os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos hombres en número entre las gentes a las cuales Jehová os llevará.

28 - Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombre, a madera, y a piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen.

29 - Mas si desde allí buscares a Jehová tu Dios, hallarle has: si le buscares de todo tu corazón, y de toda tu alma.

30 - Cuando estuvieres en angustia, y te hallaren todas estas cosas, si a la postre te volvieres a Jehová tu Dios, y oyeres su voz,

31 - Porque Dios misericordioso es Jehová tu Dios, no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del concierto de tus padres, que les juró.

32 - Porque pregunta ahora de los tiempos antiguos, que han sido ántes de tí, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, y desde el un cabo del cielo al otro, ¿si se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oido otra como ella?

33 - ¿Ha oido pueblo alguno la voz de Dios, que hablase de en medio del fuego, y ha vivido, como tú la oiste?

34 - O ¿ha probado Dios a venir a tomar para sí gente de en medio de otra gente con pruebas, con señales, con milagros, y con guerra, y mano fuerte, y brazo extendido, y espantos grandes, como todas las cosas que hizo con vosotros Jehová vuestro Dios en Egipto a tus ojos?

35 - A tí te fué mostrado, para que supieses, que Jehová él es Dios, no hay más fuera de él.

36 - De los cielos te hizo oir su voz, para enseñarte, y sobre la tierra te mostró su gran fuego, y sus palabras has oido de en medio del fuego.

37 - Y por cuanto él amó a tus padres, escogió su simiente después, de ellos, y te sacó delante de sí de Egipto con su gran poder:

38 - Para echar de delante de tí gentes grandes, y más fuertes que tú, y para meterte a tí, y darte su tierra por heredad, como parece hoy.

39 - Aprende pues hoy, y reduce a tu corazón que Jehová él es el Dios arriba en el cielo, y abajo sobre la tierra, no hay otro.

40 - Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que hayas bien tú y tus hijos después de tí, y prolongues tus dias sobre la tierra, que Jehová tu Dios te da todo el tiempo.

41 - Entónces apartó Moisés tres ciudades de esta parte del Jordán al nacimiento del sol,

42 - Para que huyese allí el homicida, que matase a su prójimo por yerro, que no hubiese tenido enemistad con él desde ayer ni desde anteayer; que huyese a una de estas ciudades, y viviese.

43 - A Bosor en el desierto en tierra de la campaña, de los Rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los Gaditas; y a Golam en Basán, de los de Manasés.

44 - Esta pues es la ley que Moisés propuso delante de los hijos de Israel.

45 - Estos son los testimonios, y los estatutos, y los derechos que Moisés dijo a los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto:

46 - De esta parte del Jordán en el valle, delante de Bet-pehor en la tierra de Sejón rey de los Amorreos, que habitaba en Jesebón, al cual hirío Moisés y los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto.

47 - Y poseyeron su tierra, y la tierra de Og rey de Basán, dos reyes de los Amorreos, que estaban de esta parte del Jordán al nacimiento del sol:

48 - Desde Aroer, que estaba junto a la ribera del arroyo de Arnón hasta el monte de Sión, que es Hermón.

49 - Y toda la campaña de esta parte del Jordán al oriente hasta la mar de la campaña, las vertientes de las aguas abajo del Fasga.