Santiago 3:11 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Santiago
Capitulos:

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1 - par{qcfs28 Hay que domar la lenguapar} Hermanos míos, no pretendan muchos de ustedes ser maestros, pues, como saben, seremos juzgados con más severidad.

2 - Todos fallamos mucho. Si alguien nunca falla en lo que dice, es una persona perfecta, capaz también de controlar todo su cuerpo.

3 - Cuando ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan, podemos controlar todo el animal.

4 - Fíjense también en los barcos. A pesar de ser tan grandes y de ser impulsados por fuertes vientos, se gobiernan por un pequeño timón a voluntad del piloto.

5 - Así también la lengua es un miembro muy pequeño del cuerpo, pero hace alarde de grandes hazañas. ¡Imagínense qué gran bosque se incendia con tan pequeña chispa!

6 - También la lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno,{cf2super [f]} prende a su vez fuego a todo el curso de la vida.

7 - El ser humano sabe domar y, en efecto, ha domado toda clase de fieras, de aves, de reptiles y de bestias marinas;

8 - pero nadie puede domar la lengua. Es un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal.

9 - Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios.

10 - De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así.

11 - ¿Puede acaso brotar de una misma fuente agua dulce y agua salada?{cf2super [g]}

12 - Hermanos míos, ¿acaso puede dar aceitunas una higuera o higos una vid? Pues tampoco una fuente de agua salada puede dar agua dulce.

13 - par{qcfs28 Dos clases de sabiduríapar} ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con la humildad que le da su sabiduría.

14 - Pero si ustedes tienen envidias amargas y rivalidades en el corazón, dejen de presumir y de faltar a la verdad.

15 - Ésa no es la sabiduría que desciende del cielo, sino que es terrenal, puramente humana y diabólica.

16 - Porque donde hay envidias y rivalidades, también hay confusión y toda clase de acciones malvadas.

17 - En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.

18 - En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para{cf2super [h]} los que hacen la paz.