Nahum 2:5 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Nahum
Capitulos:

123

1 - par{qcfs28 La destrucción de Nínivepar} Nínive, un destructor avanza contra ti, así que monta guardia en el terraplén, vigila el camino, renueva tus fuerzas, acrecienta tu poder.

2 - Porque el caps Señorcaps0 restaura la majestad de Jacob, como la majestad de Israel, pues los destructores lo han arrasado; han arruinado sus sarmientos.

3 - Rojo es el escudo de sus valientes; de púrpura se visten los guerreros. El metal de sus carros brilla como fuego mientras se alistan para la batalla y los guerreros agitan sus lanzas.

4 - Desaforados corren los carros por las calles, irrumpen con violencia por las plazas. Son como antorchas de fuego, como relámpagos zigzagueantes.

5 - par{qcfs28 Caída y saqueo de Nínivepar} Convoca el rey de Nínive a sus tropas escogidas, que en su carrera se atropellan. Se lanzan contra la muralla para levantar la barricada,

6 - pero se abren las compuertas de los ríos y el palacio se derrumba.

7 - Ya está decidido: la ciudad{cf2super [b]} será llevada al exilio. Gimen sus criadas como palomas, y se golpean el pecho.

8 - Nínive es como un estanque roto cuyas aguas se derraman. ¡Deténganse! ¡Deténganse!, les gritan, pero nadie vuelve atrás.

9 - ¡Saqueen la plata! ¡Saqueen el oro! El tesoro es inagotable, y abundan las riquezas y los objetos preciosos.

10 - ¡Destrucción, desolación, devastación! Desfallecen los corazones, tiemblan las rodillas, se estremecen los cuerpos, palidecen los rostros.

11 - par{qcfs28 La bestia salvaje morirápar} ¿Qué fue de la guarida de los leones y de la cueva de los leoncillos, donde el león, la leona y sus cachorros se guarecían sin que nadie los perturbara?

12 - ¿Qué fue del león, que despedazaba para sus crías y estrangulaba para sus leonas, que llenaba de presas su caverna y de carne su guarida?

13 - Pero ahora yo vengo contra ti emdash afirma el caps Señorcaps0 omnipotenteemdash . Reduciré a cenizas tus carros de guerra y mataré a filo de espada a tus leoncillos. Pondré fin en el país a tus rapiñas, y no volverá a oírse la voz de tus mensajeros.