Eclesiastes 2:4 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Eclesiastes
Capitulos:

123456789101112

1 - Me dije entonces: Vamos, pues, haré la prueba con los placeres y me daré la gran vida. ¡Pero aun esto resultó un absurdo!

2 - A la risa la considero una locura; en cuanto a los placeres, ¿para qué sirven?

3 - Quise luego hacer la prueba de entregarme al vino emdash si bien mi mente estaba bajo el control de la sabiduríaemdash , y de aferrarme a la necedad, hasta ver qué de bueno le encuentra el hombre a lo que hace bajo el cielo durante los contados días de su vida.

4 - Realicé grandes obras: me construí casas, me planté viñedos,

5 - cultivé mis propios huertos y jardines, y en ellos planté toda clase de árboles frutales.

6 - También me construí aljibes para irrigar los muchos árboles que allí crecían.

7 - Me hice de esclavos y esclavas; y tuve criados, y mucho más ganado vacuno y lanar que todos los que me precedieron en Jerusalén.

8 - Amontoné oro y plata, y tesoros que fueron de reyes y provincias. Me hice de cantores y cantoras, y disfruté de los deleites de los hombres: ¡formé mi propio harén!{cf2super [c]}

9 - Me engrandecí en gran manera, más que todos los que me precedieron en Jerusalén; además, la sabiduría permanecía conmigo.

10 - No le negué a mis ojos ningún deseo, ni a mi corazón privé de placer alguno, sino que disfrutó de todos mis afanes. ¡Sólo eso saqué de tanto afanarme!

11 - Consideré luego todas mis obras y el trabajo que me había costado realizarlas, y vi que todo era absurdo, un correr tras el viento, y que ningún provecho se saca en esta vida.

12 - par{qcfs28 Todos paran en lo mismopar} Consideré entonces la sabiduría, la necedad y la insensatez emdash¿qué más puede hacer el sucesor del rey, aparte de lo ya hecho?emdash ,

13 - y pude observar que hay más provecho en la sabiduría que en la insensatez, así como hay más provecho en la luz que en las tinieblas.

14 - El sabio tiene los ojos bien puestos, pero el necio anda a oscuras. Pero también me di cuenta de que un mismo final les espera a todos.

15 - Me dije entonces: Si al fin voy a acabar igual que el necio, ¿de qué me sirve ser tan sabio? Y concluí que también esto es absurdo,

16 - pues nadie se acuerda jamás del sabio ni del necio; con el paso del tiempo todo cae en el olvido, y lo mismo mueren los sabios que los necios.

17 - Aborrecí entonces la vida, pues todo cuanto se hace en ella me resultaba repugnante. Realmente, todo es absurdo; ¡es correr tras el viento!

18 - Aborrecí también el haberme afanado tanto en esta vida, pues el fruto de tanto afán tendría que dejárselo a mi sucesor,

19 - y ¿quién sabe si éste sería sabio o necio? Sin embargo, se adueñaría de lo que con tantos afanes y sabiduría logré hacer en esta vida. ¡Y también esto es absurdo!

20 - Volví a sentirme descorazonado de haberme afanado tanto en esta vida,

21 - pues hay quienes ponen a trabajar su sabiduría y sus conocimientos y experiencia, para luego entregarle todos sus bienes a quien jamás movió un dedo. ¡Y también esto es absurdo, y un mal enorme!

22 - Pues, ¿qué gana el hombre con todos sus esfuerzos y con tanto preocuparse y afanarse bajo el sol?

23 - Todos sus días están plagados de sufrimientos y tareas frustrantes, y ni siquiera de noche descansa su mente. ¡Y también esto es absurdo!

24 - Nada hay mejor para el hombre que comer y beber, y llegar a disfrutar de sus afanes. He visto que también esto proviene de Dios,

25 - porque ¿quién puede comer y alegrarse, si no es por Dios?{cf2super [d]}

26 - En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su agrado; en cambio, al pecador le impone la tarea de acumular más y más, para luego dárselo todo a quien es de su agrado. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento!