Eclesiastes 10:17 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Eclesiastes
Capitulos:

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1 - par{qcfs28 Dichos de sabiduríapar} Las moscas muertas apestan y echan a perder el perfume. Pesa más una pequeña necedad que la sabiduría y la honra juntas.

2 - El corazón del sabio busca el bien, pero el del necio busca el mal.

3 - Y aun en el camino por el que va, el necio revela su falta de inteligencia y a todos va diciendo lo necio que es.

4 - Si el ánimo del gobernante se exalta contra ti, no abandones tu puesto. La paciencia es el remedio para los grandes errores.

5 - Hay un mal que he visto en esta vida, semejante al error que cometen los gobernantes:

6 - al necio se le dan muchos puestos elevados, pero a los capaces se les dan los puestos más bajos.

7 - He visto esclavos montar a caballo, y príncipes andar a pie como esclavos.

8 - El que cava la fosa, en ella se cae. Al que abre brecha en el muro, la serpiente lo muerde.

9 - El que pica piedra, con las piedras se hiere. El que corta leña, con los leños se lastima.

10 - Si el hacha pierde su filo, y no se vuelve a afilar, hay que golpear con más fuerza. El éxito radica en la acción sabia y bien ejecutada.

11 - Si la serpiente muerde antes de ser encantada, no hay ganancia para el encantador.

12 - Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina;

13 - sus primeras palabras son necedades, y las últimas son terribles sandeces.

14 - ¡Pero no le faltan las palabras! Nadie sabe lo que ha de suceder, y lo que será aun después, ¿quién podría decirlo?

15 - El trabajo del necio tanto lo fatiga que ni el camino a la ciudad conoce.

16 - ¡Ay del país cuyo rey es un inmaduro, y cuyos príncipes banquetean desde temprano!

17 - ¡Dichoso el país cuyo rey es un noble, y cuyos príncipes comen cuando es debido, para reponerse y no para embriagarse!

18 - Por causa del ocio se viene abajo el techo, y por la pereza se desploma la casa.

19 - Para alegrarse, el pan; para gozar, el vino; para disfrutarlo, el dinero.

20 - No maldigas al rey ni con el pensamiento, ni en privado maldigas al rico, pues las aves del cielo pueden correr la voz. Tienen alas y pueden divulgarlo.