Daniel 2:14-45 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Daniel
Capitulos:

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1 - par{qcfs28 El sueño del rey Nabucodonosorpar} En el segundo año de su reinado, Nabucodonosor tuvo varios sueños que lo perturbaron y no lo dejaban dormir.

2 - Mandó entonces que se reunieran los magos, hechiceros, adivinos y astrólogos{cf2super [a]} de su reino, para que le dijeran lo que había soñado. Una vez reunidos, y ya en presencia del rey,

3 - éste les dijo: emdash Tuve un sueño que me tiene preocupado, y quiero saber lo que significa.

4 - Los astrólogos le respondieron:{cf2super [b]} emdash¡Que viva Su Majestad por siempre! Estamos a su servicio. Cuéntenos el sueño, y nosotros le diremos lo que significa.

5 - Pero el rey les advirtió: emdash Mi decisión ya está tomada: Si no me dicen lo que soñé, ni me dan su interpretación, ordenaré que los corten en pedazos y que sus casas sean reducidas a cenizas.

6 - Pero si me dicen lo que soñé y me explican su significado, yo les daré regalos, recompensas y grandes honores. Así que comiencen por decirme lo que soñé, y luego explíquenme su significado.

7 - Los astrólogos insistieron: emdash Si Su Majestad les cuenta a estos siervos suyos lo que soñó, nosotros le diremos lo que significa.

8 - Pero el rey les contestó: emdash Mi decisión ya está tomada. Eso ustedes bien lo saben, y por eso quieren ganar tiempo.

9 - Si no me dicen lo que soñé, ya saben lo que les espera. Ustedes se han puesto de acuerdo para salirme con cuestiones engañosas y mal intencionadas, esperando que cambie yo de parecer. Díganme lo que soñé, y así sabré que son capaces de darme su interpretación.

10 - Entonces los astrólogos le respondieron: emdash¡No hay nadie en la tierra capaz de hacer lo que Su Majestad nos pide! ¡Jamás a ningún rey se le ha ocurrido pedirle tal cosa a ningún mago, hechicero o astrólogo!

11 - Lo que Su Majestad nos pide raya en lo imposible, y nadie podrá revelárselo, a no ser los dioses. ¡Pero ellos no viven entre nosotros!

12 - Tanto enfureció al rey la respuesta de los astrólogos, que mandó ejecutar a todos los sabios de Babilonia.

13 - Se publicó entonces un edicto que decretaba la muerte de todos los sabios, de modo que se ordenó la búsqueda de Daniel y de sus compañeros para que fueran ejecutados.

14 - Cuando el comandante de la guardia real, que se llamaba Arioc, salió para ejecutar a los sabios babilonios, Daniel le habló con mucho tacto e inteligencia.

15 - Le dijo: ¿Por qué ha emitido el rey un edicto tan violento? Y una vez que Arioc le explicó cuál era el problema,

16 - Daniel fue a ver al rey y le pidió tiempo para poder interpretarle su sueño.

17 - Después volvió a su casa y les contó a sus amigos Ananías, Misael y Azarías cómo se presentaba la situación.

18 - Al mismo tiempo, les pidió que imploraran la misericordia del Dios del cielo en cuanto a ese sueño misterioso, para que ni él ni sus amigos fueran ejecutados con el resto de los sabios babilonios.

19 - Durante la noche, Daniel recibió en una visión la respuesta al misterio. Entonces alabó al Dios del cielo

20 - y dijo: ¡Alabado sea por siempre el nombre de Dios! Suyos son la sabiduría y el poder.

21 - Él cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento.

22 - Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras. ¡En él habita la luz!

23 - A ti, Dios de mis padres, te alabo y te doy gracias. Me has dado sabiduría y poder, me has dado a conocer lo que te pedimos, ¡me has dado a conocer el sueño del rey!

24 - par{qcfs28 Daniel interpreta el sueño del reypar} Entonces Daniel fue a ver a Arioc, a quien el rey le había dado la orden de ejecutar a los sabios de Babilonia, y le dijo: emdash No mates a los sabios babilonios. Llévame ante el rey, y le interpretaré el sueño que tuvo.

25 - Inmediatamente Arioc condujo a Daniel a la presencia del rey, y le dijo: emdash Entre los exiliados de Judá he hallado a alguien que puede interpretar el sueño de Su Majestad.

26 - El rey le preguntó a Daniel, a quien los babilonios le habían puesto por nombre Beltsasar: emdash¿Puedes decirme lo que vi en mi sueño, y darme su interpretación?

27 - A esto Daniel respondió: emdash No hay ningún sabio ni hechicero, ni mago o adivino, que pueda explicarle a Su Majestad el misterio que le preocupa.

28 - Pero hay un Dios en el cielo que revela los misterios. Ese Dios le ha mostrado a usted lo que tendrá lugar en los días venideros. Éstos son el sueño y las visiones que pasaron por la mente de Su Majestad mientras dormía:

29 - Allí, en su cama, Su Majestad dirigió sus pensamientos a las cosas por venir, y el que revela los misterios le mostró lo que está por suceder.

30 - Por lo que a mí toca, este misterio me ha sido revelado, no porque yo sea más sabio que el resto de la humanidad, sino para que Su Majestad llegue a conocer su interpretación y entienda lo que pasaba por su mente.

31 - En su sueño Su Majestad veía una estatua enorme, de tamaño impresionante y de aspecto horrible.

32 - La cabeza de la estatua era de oro puro, el pecho y los brazos eran de plata, el vientre y los muslos eran de bronce,

33 - y las piernas eran de hierro, lo mismo que la mitad de los pies, en tanto que la otra mitad era de barro cocido.

34 - De pronto, y mientras Su Majestad contemplaba la estatua, una roca que nadie desprendió vino y golpeó los pies de hierro y barro de la estatua, y los hizo pedazos.

35 - Con ellos se hicieron añicos el hierro y el barro, junto con el bronce, la plata y el oro. La estatua se hizo polvo, como el que vuela en el verano cuando se trilla el trigo. El viento barrió con la estatua, y no quedó ni rastro de ella. En cambio, la roca que dio contra la estatua se convirtió en una montaña enorme que llenó toda la tierra.

36 - Éste fue el sueño que tuvo Su Majestad, y éste es su significado:

37 - Su Majestad es rey entre los reyes; el Dios del cielo le ha dado el reino, el poder, la majestad y la gloria.

38 - Además, ha puesto en manos de Su Majestad a la humanidad entera, a las bestias del campo y a las aves del cielo. No importa dónde vivan, Dios ha hecho de Su Majestad el gobernante de todos ellos. ¡Su Majestad es la cabeza de oro!

39 - Después de Su Majestad surgirá otro reino de menor importancia. Luego vendrá un tercer reino, que será de bronce, y dominará sobre toda la tierra.

40 - Finalmente, vendrá un cuarto reino, sólido como el hierro. Y así como el hierro todo lo rompe, destroza y pulveriza, este cuarto reino hará polvo a los otros reinos.

41 - Su Majestad veía que los pies y los dedos de la estatua eran mitad hierro y mitad barro cocido. El hierro y el barro, que Su Majestad vio mezclados, significan que éste será un reino dividido, aunque tendrá la fuerza del hierro.

42 - Y como los dedos eran también mitad hierro y mitad barro, este reino será medianamente fuerte y medianamente débil.

43 - Su Majestad vio mezclados el hierro y el barro, dos elementos que no pueden fundirse entre sí. De igual manera, el pueblo será una mezcla que no podrá mantenerse unida.

44 - En los días de estos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que jamás será destruido ni entregado a otro pueblo, sino que permanecerá para siempre y hará pedazos a todos estos reinos.

45 - Tal es el sentido del sueño donde la roca se desprendía de una montaña; roca que, sin la intervención de nadie, hizo añicos al hierro, al bronce, al barro, a la plata y al oro. El gran Dios le ha mostrado a Su Majestad lo que tendrá lugar en el futuro. El sueño es verdadero, y esta interpretación, digna de confianza.

46 - Al oír esto, el rey Nabucodonosor se postró ante Daniel y le rindió pleitesía, ordenó que se le presentara una ofrenda e incienso,

47 - y le dijo: emdash¡Tu Dios es el Dios de dioses y el soberano de los reyes! ¡Tu Dios revela todos los misterios, pues fuiste capaz de revelarme este sueño misterioso!

48 - Luego el rey puso a Daniel en un puesto prominente y lo colmó de regalos, lo nombró gobernador de toda la provincia de Babilonia y jefe de todos sus sabios.

49 - Además, a solicitud de Daniel, el rey nombró a Sadrac, Mesac y Abednego administradores de la provincia de Babilonia. Daniel, por su parte, permaneció en la corte real.