Cantares 8:8 - Nueva Versión Internacional (1999)

Libro de Cantares
Capitulos:

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1 - ¡Ah, si fueras mi propio hermano, criado a los pechos de mi madre! Al encontrarte en la calle podría besarte, y nadie me juzgaría mal.

2 - Tomándote de la mano, te llevaría a la casa de mi madre, y me enseñarías el arte del amor. Te daría a beber vino con especias, y el néctar de mis granadas.

3 - ¡Ojalá pudiera mi cabeza reposar sobre su izquierda! ¡Ojalá su derecha me abrazara!  El amado0

4 - Yo les ruego, mujeres de Jerusalén, que no desvelen ni molesten a mi amada, hasta que ella quiera despertar.

5 - par{qcfs28 Sexto Cantopar}  El coro0 par ¿Quién es ésta que sube por el desierto apoyada sobre el hombro de su amado?  El amado0 par Bajo el manzano te desperté; allí te concibió tu madre, allí mismo te dio a luz.  La amada0

6 - Grábame como un sello sobre tu corazón; llévame como una marca sobre tu brazo. Fuerte es el amor, como la muerte, y tenaz la pasión, como el sepulcro. Como llama divina es el fuego ardiente del amor.

7 - Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. Si alguien ofreciera todas sus riquezas a cambio del amor, sólo conseguiría el desprecio.  El coro0

8 - Tan pequeña es nuestra hermana que no le han crecido los pechos. ¿Qué haremos por nuestra hermana cuando vengan a pedirla?

9 - Si fuera una muralla, construiríamos sobre ella almenas de plata. Si acaso fuera una puerta, la recubriríamos con paneles de cedro.  La amada0

10 - Una muralla soy yo, y mis pechos, sus dos torres. Por eso a los ojos de mi amado soy como quien ha hallado la paz.

11 - Salomón tenía una viña en Baal Jamón, que dejó al cuidado de aparceros. Cada uno entregaba, por sus frutos, mil monedas{cf2super [ñ]} de plata.

12 - ¡Quédate, Salomón, con las mil monedas, y ustedes, aparceros, con doscientas, pero mi viña sólo a mí me pertenece!  El amado0

13 - Tú, que reinas en los jardines, pendientes de tu voz están nuestros amigos; ¡déjanos escucharla!  La amada0

14 - ¡Apresúrate, amado mío! ¡Corre como venado, como cervato, sobre los montes de bálsamo cubiertos!