Salmos 28:5 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de Salmos
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1 - De David. A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no [te] desentiendas de mí; para que no sea [yo], dejándome [tú], semejante a los que descienden al sepulcro.

2 - Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos al templo de tu santidad.

3 - No me arrebates a una con los malos, y con los que hacen iniquidad; [los] cuales hablan paz con su prójimo, y la maldad [está] en su corazón.

4 - Dales conforme a su obra, y conforme a la malicia de sus hechos; dales conforme a la obra de sus manos, dales su paga.

5 - Porque no entendieron las obras del SEÑOR, y el hecho de sus manos, los derribará, y no los edificará.

6 - Bendito el SEÑOR, que oyó la voz de mis ruegos.

7 - El SEÑOR [es] mi fortaleza y mi escudo; en él esperó mi corazón, y fui ayudado; por tanto se gozó mi corazón, y con mi canción le alabaré.

8 - El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.

9 - Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad; y pastoréalos y ensálzalos para siempre.