Marcos 9:30 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de Marcos
Capitulos:

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1 - También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el Reino de Dios que viene con potencia.

2 - Y seis días después tomó Jesús a Pedro, y a Jacobo, y a Juan, y los sacó aparte solos a un monte alto; y fue transfigurado delante de ellos.

3 - Sus vestidos fueron vueltos resplandecientes, muy blancos, como la nieve; tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.

4 - Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús.

5 - Entonces respondiendo Pedro, dice a Jesús: Maestro, bien será que nos quedemos aquí, y hagamos tres tabernáculos: para ti uno, y para Moisés otro, y para Elías otro;

6 - Porque no sabía lo que hablaba; [ya] que estaba fuera de sí.

7 - Y vino una nube que les hizo sombra, y una voz de la nube, que decía: Este es mi Hijo amado: A EL OID.

8 - Y luego, como miraron, no vieron más a nadie consigo, sino a Jesús solo.

9 - Y descendiendo ellos del monte, les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del hombre hubiese resucitado de los muertos.

10 - Y retuvieron la palabra en sí, altercando qué sería aquello: Resucitar de los muertos.

11 - Y le preguntaron, diciendo: ¿Qué es lo que los escribas dicen, que es necesario que Elías venga antes?

12 - Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, vendrá primero y restituirá todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada.

13 - Pero os digo que Elías [ya] vino, y le hicieron todo lo que quisieron, como está escrito de él.

14 - Y como vino a los discípulos, vio gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos.

15 - Y luego toda la multitud, viéndole, se espantó, y corriendo a él, le saludaron.

16 - Y preguntó a los escribas: ¿Qué disputáis con ellos?

17 - Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo,

18 - el cual, dondequiera que le toma, le despedaza; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que le echasen fuera, y no pudieron.

19 - Y respondiendo él, le dijo: ¡Oh generación infiel! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tengo de sufrir? Traédmelo.

20 - Y se lo trajeron; y cuando le vio, luego el espíritu le desgarraba; y cayendo en tierra, se revolcaba, echando espumarajos.

21 - Y [Jesús] preguntó a su padre: ¿Cuánto tiempo hace que le aconteció esto? Y él dijo: Desde niño;

22 - y muchas veces le echa en el fuego y en aguas, para matarle; mas, si puedes algo, ayúdanos, teniendo misericordia de nosotros.

23 - Y Jesús le dijo: Si puedes creer esto, al que cree todo es posible.

24 - Y luego el padre del muchacho dijo clamando con lágrimas: Creo, Señor, ayuda a mi incredulidad.

25 - Cuando Jesús vio que la multitud concurría, reprendió al espíritu inmundo, diciéndole: Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él.

26 - Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y [él] quedó como muerto, [de modo] que muchos decían que era muerto.

27 - Pero Jesús tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó.

28 - Y como él entró en casa, sus discípulos le preguntaron aparte: ¿Por qué nosotros no pudimos echarle fuera?

29 - Y les dijo: Este género con nada puede salir, sino con oración y ayuno.

30 - Y habiendo salido de allí, caminaron juntos por Galilea: y no quería que nadie lo supiese.

31 - Porque iba enseñando a sus discípulos, y les decía: El Hijo del hombre es entregado en manos de hombres, y le matarán; mas muerto [él], resucitará al tercer día.

32 - Pero ellos no entendían [esta] palabra, y tenían miedo de preguntarle.

33 - Y llegó a Capernaum; y así que estuvo en casa, les preguntó: ¿Qué disputabais entre vosotros en el camino?

34 - Mas ellos callaron; porque los unos con los otros habían disputado en el camino quién [había de ser] el mayor.

35 - Entonces sentándose, llamó a los doce, y les dice: Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos.

36 - Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos; y tomándole en sus brazos, les dice:

37 - El que recibiere en mi nombre uno de los tales niños, a mí [me] recibe; y el que a mí [me] recibe, no [me] recibe a mí, sino al que me envió.

38 - Y le respondió Juan, diciendo: Maestro, hemos visto a uno que en tu nombre echaba fuera los demonios, el cual no nos sigue; y se lo prohibimos, porque no nos seguía.

39 - Y Jesús dijo: No se lo prohibáis; porque ninguno hay que haga milagro en mi nombre, que luego pueda decir mal de mí.

40 - Porque el que no es contra nosotros, por nosotros es.

41 - Porque cualquiera que os diere un vaso de agua en mi nombre, porque sois del Cristo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.

42 - Y cualquiera que fuere piedra de tropiezo a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y fuera echado en el mar.

43 - Mas si tu mano te hace caer, córtala; mejor te es entrar a la vida manco, que teniendo dos manos ir a la Gehena, al fuego que no puede ser apagado;

44 - donde su gusano no muere, y el fuego nunca se apaga.

45 - Y si tu pie te hace caer, córtalo: mejor te es entrar a la vida cojo, que teniendo dos pies ser echado en la Gehena, al fuego que no puede ser apagado;

46 - donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

47 - Y si tu ojo te hace caer, sácalo: mejor te es entrar al Reino de Dios con un ojo, que teniendo dos ojos ser echado a la Gehena;

48 - donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.

49 - Porque todo [hombre] será salado con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.

50 - Buena es la sal; mas si la sal fuere desabrida, ¿con qué la adobaréis? Tened en vosotros mismos sal; y tened paz los unos con los otros.