Hebreos 10:21 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de Hebreos
Capitulos:

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1 - Porque la ley teniendo una sombra de los bienes venideros, no la representación misma de las cosas, nunca puede hacer perfectos a los que se allegan por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año.

2 - De otra manera cesarían de ofrecerse, porque los que sacrificasen, limpios de una vez, no tendrían más conciencia de pecado.

3 - Pero en estos [sacrificios] cada año se hace [la misma] conmemoración de los pecados.

4 - Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.

5 - Por lo cual, entrando en el mundo, dice: Sacrificio y Presente no quisiste; mas me apropiaste el cuerpo;

6 - holocaustos y [expiaciones] por el pecado no te agradaron.

7 - Entonces dije: Heme aquí (en la cabecera del libro está escrito de mí) para que haga, oh Dios, tu voluntad.

8 - Diciendo arriba: Sacrificio y presente, y holocaustos y [expiaciones] por el pecado no quisiste, ni te agradaron, las cuales cosas se ofrecen según la Ley,

9 - entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero.

10 - En esa voluntad somos santificados por la ofrenda del cuerpo de Jesús, el Cristo, [hecha] UNA VEZ.

11 - Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados;

12 - pero éste, habiendo ofrecido por los pecados un [solo] sacrificio para siempre, está sentado a la diestra de Dios,

13 - esperando lo que resta, [es a decir], hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies;

14 - porque con una sola ofrenda hizo consumados para siempre a los santificados.

15 - Así, nos atestigua lo mismo el Espíritu Santo; que después dijo:

16 - Y éste es el testamento que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor, Daré mis leyes en sus corazones, y en sus almas las escribiré;

17 - y nunca más me acordaré de sus pecados e iniquidades.

18 - Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por [el] pecado.

19 - Así que, hermanos, teniendo atrevimiento para entrar en el Santuario por la sangre de Jesús, [el] Cristo,

20 - por el camino que él nos consagró nuevo, y vivo, por el velo, es a saber, por su carne,

21 - y [teniendo] aquel Gran Sacerdote, sobre la casa de Dios,

22 - lleguémonos con corazón verdadero, y con fe llena, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia

23 - retengamos firme la profesión de nuestra esperanza, que fiel es el que prometió.

24 - Y considerémonos los unos a los otros para provocarnos a la caridad, y a las buenas obras;

25 - no dejando nuestra congregación, como algunos tienen por costumbre, mas exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.

26 - Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda [más] sacrificio por el pecado,

27 - sino una horrenda esperanza de juicio, y hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.

28 - El que menospreciare la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere sin ninguna misericordia.

29 - ¿Cuánto pensáis que será más digno de mayor castigo, el que hollare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del testamento en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?

30 - Sabemos [quién es] el que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará [a] su pueblo.

31 - Horrenda cosa es caer en las manos del Dios viviente.

32 - Pero traed a la memoria los días pasados en los cuales después de haber recibido la luz, sufristeis gran combate de aflicciones.

33 - De una parte ciertamente con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y de otra parte hechos compañeros de los que estaban en tal estado.

34 - Porque de mis prisiones también os resentisteis conmigo, y el robo de vuestros bienes padecisteis con gozo, conociendo que tenéis en vosotros una mejor sustancia en los cielos, y que permanece.

35 - No perdáis pues esta vuestra confianza, que tiene grande remuneración de galardón;

36 - porque la paciencia os es necesaria, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.

37 - Porque aún, un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará.

38 - Mas el justo vivirá por la fe; mas el que se retirare, no agradará a mi alma.

39 - Pero nosotros no somos tales que nos retiremos para perdición, sino fieles para ganancia del alma.