Capitulos:
123456
1 - Y [él os hizo vivir a] vosotros, estando muertos en vuestros delitos y pecados,
2 - en que en otro tiempo anduvisteis conforme a la condición de este mundo, conforme a [la voluntad del] príncipe de la potestad de este aire, el espíritu que ahora obra en los hijos de incredulidad,
3 - entre los cuales todos nosotros también vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de la mente; y éramos por naturaleza hijos de ira, también como los demás.
4 - Pero Dios, que es rico en misericordia, por su mucha caridad con que nos amó,
5 - aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con el Cristo; por [cuya] gracia sois salvos;
6 - y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en lugares celestiales en Cristo Jesús,
7 - para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en [su] bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
8 - Porque por gracia sois salvos por la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios;
9 - no por obras, para que nadie se gloríe.
10 - Porque somos hechura suya, criados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó para que anduviésemos en ellas.
11 - Por tanto, acordaos que en otro tiempo vosotros erais gentiles en carne, que erais llamados incircuncisión de la que se llama circuncisión en carne, la cual se hace con mano;
12 - que en aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la república de Israel, y extranjeros a los Pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
13 - Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre del Cristo.
14 - Porque él es nuestra paz, que de ambos hizo uno, deshaciendo la pared intermedia de separación;
15 - deshaciendo en su carne las enemistades, [que eran] la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz,
16 - y reconciliando a ambos con Dios por el madero en un mismo cuerpo, matando en ella las enemistades.
17 - Y vino, y anunció la paz a vosotros que [estabais] lejos, y a los que [estaban] cerca;
18 - que por él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre.
19 - Así que ya no sois extranjeros y advenedizos, sino juntamente ciudadanos con los santos, y domésticos de Dios;
20 - sobreedificados sobre el fundamento de los apóstoles y de los profetas, siendo la principal piedra del ángulo, Jesús, [el] Cristo;
21 - en el cual, compaginado todo el edificio, va creciendo para ser un Templo Santo en el Señor;
22 - en el cual vosotros también sois juntamente edificados, por morada de Dios en el Espíritu.