Deuteronomio 32:5 - La Nueva Reina Valera 2000 (Adventista)

Libro de Deuteronomio
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1 - Escuchad, cielos, y hablaré; y oiga la tierra los dichos de mi boca.

2 - Goteará como la lluvia mi doctrina; destilará como el rocío mi dicho; como la llovizna sobre la grama, y como las gotas sobre la hierba.

3 - Porque el Nombre del SEÑOR invocaré; engrandeced a nuestro Dios.

4 - Del Fuerte, cuya obra [es] perfecta, porque todos sus caminos [son] rectitud; Dios de verdad, y ninguna iniquidad [en él]; es justo y recto.

5 - La corrupción no [es] suya; [de] sus hijos [es] la mancha de ellos, generación torcida y perversa.

6 - ¿Así pagáis al SEÑOR, pueblo loco e ignorante? ¿No es él tu padre que te poseyó? El te hizo y te compuso.

7 - Acuérdate de los tiempos antiguos; considerad los años de generación y generación; pregunta a tu padre, que él te declarará; a tus viejos, y ellos te dirán;

8 - cuando el Altísimo hizo heredar a los gentiles, cuando hizo dividir [a] los hijos de los hombres, [cuando] estableció los términos de los pueblos según el número de los hijos de Israel.

9 - Porque la parte del SEÑOR [es] su pueblo; Jacob el cordel de su heredad.

10 - Le halló en tierra de desierto, y en un desierto horrible y yermo; lo trajo alrededor, lo instruyó, lo guardó como la niña de su ojo.

11 - Como el águila [que] despierta su nidada, revolotea sobre sus pollos, extiende sus alas, los toma, los lleva sobre sus espaldas;

12 - el SEÑOR solo le guió, que no hubo con él dios ajeno.

13 - Lo hizo subir sobre las alturas de la tierra, y comió los frutos del campo, e hizo que chupase miel de la peña, y aceite del pedernal fuerte;

14 - manteca de vacas y leche de ovejas, con grosura de corderos, y carneros de Basán; [también] macho cabríos, con grosura de riñones de trigo; y sangre de [la] uva bebiste, vino [puro].

15 - Y engrosó Jesurún ([el recto]), y tiró coces; te engordaste, te engrosaste, te cubriste; y dejó al Dios que le hizo, y menospreció al Fuerte de su salud.

16 - Le despertaron a celos con los dioses ajenos; le ensañaron con abominaciones.

17 - Sacrificaron a los diablos, no a Dios; a los dioses que no conocieron; nuevos [dioses], venidos de cerca, que no habían temido vuestros padres.

18 - Del Fuerte que te crió, te has olvidado; te has olvidado del Dios tu creador.

19 - Y lo vio el SEÑOR, y se encendió con ira, [a causa] de sus hijos y de sus hijas.

20 - Y dijo: Esconderé de ellos mi rostro, veré cuál [será] su postrimería; que son generación de perversidades, hijos sin fe.

21 - Ellos me despertaron a celos con [lo que] no [es] Dios; me hicieron ensañar con sus vanidades; y yo [también] los despertaré a celos con [un pueblo que] no [es] pueblo, con gente loca los haré ensañar.

22 - Porque fuego se encenderá en mi furor, y arderá hasta el infierno [más] profundo; y devorará la tierra y sus frutos, y abrasará los fundamentos de los montes.

23 - [Yo] allegaré males sobre ellos; emplearé en ellos mis saetas.

24 - Consumidos [serán] de hambre, y comidos de fiebre ardiente y de talamiento amargo; diente de bestias enviaré [también] sobre ellos, con veneno de serpientes de la tierra.

25 - Por fuera desolará la espada, y dentro de las cámaras el espanto; así al joven como a la doncella, al que mama como al hombre cano.

26 - Dije: Los echaría del mundo, haría cesar de [entre] los hombres la memoria de ellos,

27 - si no temiese la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no el SEÑOR.

28 - Porque son nación privada de consejos, y no [hay] en ellos entendimiento.

29 - ¡Deseo que fueran sabios, que entendieran esto, entendieran su postrimería!

30 - ¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos harían huir a diez mil, si su Fuerte no los hubiese vendido, y el SEÑOR no los hubiera entregado?

31 - Que el fuerte de ellos no es como nuestro Fuerte; y [aun] nuestros enemigos [son de ello] jueces.

32 - Por tanto de la cepa de Sodoma [es] la vid de ellos, y de los sarmientos de Gomorra; las uvas de ellos [son] uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen.

33 - Veneno de dragones es su vino, y ponzoña cruel de áspides.

34 - ¿No tengo yo esto guardado, sellado en mis tesoros?

35 - Mía es la venganza y el pago, al tiempo que su pie vacilará; porque el día de su aflicción [está] cercano, y lo que les está determinado se apresura.

36 - Porque el SEÑOR juzgará a su pueblo, y se arrepentirá él mismo por sus siervos, cuando viere que [su] fuerza pereció sin quedar [nadie] guardado ni quedado.

37 - Y dirá: ¿Dónde [están] sus dioses, el Fuerte de quien se ampararon;

38 - que comían el sebo de sus sacrificios, bebían el vino de sus libaciones? Levántense, que os ayuden y os amparen.

39 - Ved ahora que yo, yo soy, y no [hay] dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.

40 - Cuando [yo] alzaré a los cielos mi mano, y diré: Vivo yo para siempre,

41 - si amolare el resplandor de mi espada, y mi mano arrebatare el juicio, [yo] volveré la venganza a mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.

42 - Embriagaré de sangre mis saetas, y mi cuchillo devorará carne; en la sangre de los muertos y de los cautivos, de los reyes [y príncipes], con venganzas del enemigo.

43 - Alabad, gentiles, a su pueblo, porque [él] vengará la sangre de sus siervos, y volverá la venganza a sus enemigos, y expiará su tierra, a su pueblo.

44 - Y vino Moisés, y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él, y Josué hijo de Nun.

45 - Y acabó Moisés de recitar todas estas palabras a todo Israel;

46 - y les dijo: Poned vuestro corazón a todas las palabras que yo protesto hoy contra vosotros, para que las mandéis a vuestros hijos, y guarden y cumplan todas las palabras de esta ley.

47 - Porque no os es cosa vana, mas es vuestra vida; y por este negocio haréis prolongar los días sobre la tierra, para heredar la cual pasáis el Jordán.

48 - Y habló el SEÑOR a Moisés aquel mismo día, diciendo:

49 - Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, que [está] en la tierra de Moab, que [está] en derecho de Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel;

50 - y muere en el monte al cual subes, y sé reunido a tus pueblos; de la manera que murió Aarón tu hermano en el monte de Hor, y fue reunido a sus pueblos;

51 - por cuanto prevaricasteis contra mí en medio de los hijos de Israel en las aguas de Meriba de Cades, en el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de Israel.

52 - Verás, por tanto, delante [de ti] la tierra; mas no entrarás allá, a la tierra que doy a los hijos de Israel.