Salmos 55:13 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - Salmo de Davidpar Escucha, oh Dios, mi oración, no te escondas de mi súplica.

2 - Atiéndeme y respóndeme. Clamo en mi oración, y me conmuevo,*

3 - a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío. Porque iniquidad vierten sobre mí, y con furor me persiguen.*

4 - Mi corazón está dolorido dentro de mí,* terrores de muerte sobre mí han caído.

5 - Temor y temblor vinieron sobre mí, Y el horror me abruma.*

6 - Dije: " ¡Quién me diera alas de paloma!" Volaría yo, y descansaría.

7 - "Ciertamente huiría lejos, Moraría en el desierto".

8 - "Me apresuraría a escapar del viento borrascoso, de la tempestad".

9 - Destrúyelos, oh Señor, confunde su lengua, porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

10 - Día y noche rondan sobre sus murallas, iniquidad y malicia hay en ella.

11 - Sólo agravios hay en su medio. La opresión y el engaño no se apartan de sus plazas.

12 - Porque no me afrentó un enemigo, lo que habría soportado, ni se alzó contra mí el que me aborrecía,* porque me hubiera ocultado de él;

13 - sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,* mi guía y mi amigo íntimo,

14 - que juntos nos comunicábamos dulcemente los secretos, mientras íbamos con la multitud a la casa de Dios.

15 - Que la muerte sorprenda a mis enemigos, desciendan vivos al sepulcro, porque maldades hay en su morada.

16 - Pero yo, a Dios clamaré, y el Eterno me salvará.

17 - Al atardecer, de mañana y al mediodía oro y clamo, y él oye mi voz.

18 - Me redime en paz de la guerra que se libra contra mí,* aunque mis adversarios sean muchos.

19 - Dios que reina eternamente, oirá y los quebrantará; por cuanto nunca se enmiendan, ni respetan a Dios.

20 - Los inicuos extienden sus manos contra sus amigos, violan su pacto.

21 - Ablandan sus dichos más que mantequilla,* pero guerra hay en su corazón. Suavizan sus palabras más que el aceite, pero son espada desenvainada.

22 - Echa sobre el Eterno tu carga, y él te sustentará, jamás dejará caído al justo.

23 - Porque tú, oh Dios, harás descender a los malos al pozo de la sepultura. Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días. Pero yo en ti confiaré.