Salmos 36:5 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Salmos
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1 - Salmo de Davidpar La iniquidad del impío le dice al corazón: No hay por qué respetar a Dios ni en su presencia.*

2 - Ante sus propios ojos se lisonjea de que su iniquidad no será descubierta ni hallada aborrecible.

3 - Las palabras de su boca son iniquidad y fraude. Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.*

4 - Aun en su cama planea el mal. Se obstina en el mal camino, y no aborrece la maldad.

5 - Oh Eterno, tu amor llega hasta los cielos,* tu fidelidad hasta las nubes.

6 - Tu justicia es como los altos montes, tus juicios, grande abismo. Oh Eterno, tú preservas al hombre y al animal.

7 - Oh Dios, ¡cuán precioso es tu invariable amor! Por eso los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.

8 - Serán plenamente saciados de la abundancia de tu casa,* y tú les das a beber del torrente de tus delicias.*

9 - Porque de ti brota el manantial de la vida, y en tu luz vemos la luz.

10 - Extiende tu constante amor a los que te conocen, y tu justicia a los rectos de corazón.

11 - No venga pie de soberbia contra mí, ni mano de impío me mueva.

12 - Allí caen los malhechores, son abatidos, y no podrán levantarse.