Salmos 28:7 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Salmos
Capitulos:

123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150

1 - Salmo de Davidpar A ti clamaré, oh Eterno, mi Roca. No te desentiendas de mí,* para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.

2 - Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti, cuando alzo mis manos hacia tu Santuario.

3 - No me arrebates junto con los malos, con los que obran iniquidad, que hablan de paz con sus prójimos, pero abrigan malicia en su corazón.*

4 - Dales conforme a su obra, conforme a la perversidad de sus hechos; dales su merecido conforme a la obra de sus manos.

5 - Porque no atendieron a los hechos del Eterno,* ni a la obra de sus manos; él los derribará, y no los edificará.

6 - Alabado el Eterno, que oyó mis ruegos.

7 - El Señor es mi fortaleza y mi escudo. En él confió mi corazón, y fui ayudado. Por eso se gozó mi corazón, y con mi canción lo alabaré.

8 - El Eterno es la fuerza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido.

9 - Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad. Pastoréalos y llévalos siempre.