Capitulos:
123456789101112131415161718192021222324252627282930313233343536373839404142434445464748495051525354555657585960616263646566676869707172737475767778798081828384858687888990919293949596979899100101102103104105106107108109110111112113114115116117118119120121122123124125126127128129130131132133134135136137138139140141142143144145146147148149150
1 - Salmo de Davidpar Oh Eterno, tú me has examinado y me conoces.*
2 - Tú conoces mi sentarme y mi levantarme; desde lejos entiendes mis pensamientos.*
3 - Tú conoces mi senda, y mi acostarme. Conoces todos mis caminos.
4 - Aún no está la palabra en mi lengua,* y tú, oh Eterno, la sabes toda.
5 - Detrás y delante me rodeas, y sobre mí pones tu mano.
6 - Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí, demasiado alto para alcanzarlo.
7 - ¿Adónde me iré de tu Espíritu? ¿Y adónde huiré de tu presencia?*
8 - Si subiera a los cielos, allí estás tú;* si en el abismo hiciera mi lecho, allí estás también.*
9 - Si tomara las alas del alba, y habitara en el extremo del mar,
10 - aun allí me guiará tu mano, y me sostendrá tu diestra.
11 - Si dijera: "De seguro las tinieblas me encubrirán", hasta la noche resplandecerá sobre mí.
12 - Ni aun las tinieblas me encubren de ti,* y la noche es tan luminosa como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz.
13 - Porque tú formaste mis entrañas, me cubriste desde antes de nacer.*
14 - Te alabo, porque de modo formidable y maravilloso fui hecho. Maravillosas son tus obras. Lo sé muy bien.*
15 - No fueron encubiertos de ti mis huesos, aun cuando en oculto fui formado, y tejido en lo más profundo de la tierra.
16 - Tus ojos velan mi embrión, todo eso estaba escrito en tu libro, habías señalado los días de mi vida, cuando aún no existía ninguno de ellos.
17 - ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!
18 - Si los contara, serían más que la arena. Si llegara al fin, aún estaría contigo.
19 - ¡Oh, si quitaras la vida al impío, y alejaras de mí a los hombres sanguinarios!
20 - Porque blasfeman contra ti, tus enemigos se rebelan en vano.*
21 - Oh Eterno, ¿no odio a los que te aborrecen, y detesto a los que se levantan contra ti?
22 - Los aborrezco por completo, los considero enemigos.
23 - Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame, y reconoce mis pensamientos.*
24 - Mira si voy en mal camino, y guíame por el camino eterno.