Salmos 10:16 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Salmos
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1 - ¿Por qué estás lejos, oh Eterno, y te escondes en el tiempo de angustia?

2 - Con arrogancia el malo persigue al pobre. Será atrapado en los artificios que ideó.

3 - El malo se jacta del deseo de su corazón, bendice al codicioso y desprecia al Eterno.

4 - Por la altivez de su rostro, el malo no busca a Dios, no hay Dios en ninguno de sus pensamientos.

5 - Sus caminos son torcidos en todo tiempo,* tiene tus juicios muy lejos de su vista, desprecia a todos sus adversarios.

6 - Piensa en su corazón: "Jamás seré conmovido, nunca me alcanzará el infortunio".

7 - Su boca está llena de maldición, engaño y fraude; debajo de su lengua hay agravio y maldad.

8 - Acecha cerca de las aldeas, para matar a escondidas al inocente, sus ojos vigilan al indefenso.

9 - Acecha en oculto como el león desde su guarida, acecha para arrebatar al desvalido. Lo arrebata, y lo arrastra a su red.

10 - Se contrae, se agacha, y en sus garras caen muchos desdichados.

11 - Dice en su corazón: "Dios se ha olvidado, ha encubierto su rostro, nunca lo verá".

12 - Levántate, oh Eterno, oh Dios; alza tu mano, no olvides a los pobres.

13 - ¿Por qué el malo desprecia a Dios? En su corazón ha dicho que no le pedirás cuenta.*

14 - Tú lo has visto, porque tú miras el trabajo y el pesar, para retribuir con tu mano, En ti se protege el desvalido. Tú amparas al huérfano.*

15 - Quiebra tú el brazo del impío y del malvado. Pídeles cuenta de su maldad, hasta que nada quede pendiente.

16 - El Señor es Rey eterno y para siempre.* De su tierra perecerán las naciones.

17 - Tú, oyes el deseo de los humildes, confortas su corazón y oyes su clamor,

18 - para defender al huérfano y al oprimido;* a fin de que el hombre que es de la tierra, no vuelva más a hacer violencia.