Romanos 5:13 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Romanos
Capitulos:

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1 - Así, habiendo sido justificados por la fe, estamos en paz con Dios, por medio de nuestro Señor Jesucristo.*

2 - Por medio de él tenemos también acceso por la fe a esta gracia, en la cual estamos firmes. Y nos alegramos en la esperanza de la gloria de Dios.*

3 - Y no sólo esto, sino que nos alegramos aun en las tribulaciones, al saber que la tribulación produce paciencia;*

4 - y la paciencia produce un carácter aprobado; y la aprobación alienta la esperanza.

5 - Y la esperanza no avergüenza, porque el amor de Dios está vertido en nuestro corazón por medio del Espíritu Santo que nos ha sido dado.*

6 - Porque cuando aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.

7 - En verdad, apenas hay quien muere por un justo. Con todo, puede ser que alguno osara morir por el bueno.

8 - Pero Dios demuestra su amor hacia nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

9 - Así, siendo que hemos sido justificados por su sangre, con más razón ahora, seremos salvos de la ira.*

10 - Porque si cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo; mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por su vida.

11 - Y no sólo esto, sino que también nos alegramos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por medio de quien hemos recibido ahora la reconciliación.

12 - Por tanto, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, pues todos pecaron.

13 - Porque antes de ser dada la Ley, el pecado ya estaba en el mundo, porque el pecado no se atribuye cuando no hay Ley.

14 - Por eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun en los que no pecaron quebrantando un mandato, como lo hizo Adán, que era figura del que había de venir.

15 - Pero el don gratuito no es como el delito. Porque si por el delito de uno, murieron los muchos; mucho más copiosamente se derramó sobre los muchos, la gracia y el don, por la gracia de un solo hombre, Jesucristo.

16 - Ni el don gratuito es como con el pecado de aquel hombre. Porque a la verdad el juicio vino por un pecado para condenación, pero la gracia vino de muchos delitos para justificación.

17 - Porque, si por el delito de uno reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por uno solo, por Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don gratuito de la justicia.

18 - Así, como por el delito de uno vino la condenación a todos los hombres, así también por la justicia de uno solo, vino a todos los hombres la justificación que da vida.

19 - Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos.*

20 - La Ley vino para que se agrandara el pecado. Y donde se agrandó el pecado, tanto más sobreabundó la gracia;

21 - para que, así como el pecado reinó para muerte, la gracia reine por medio de la justicia, para vida eterna, mediante nuestro Señor Jesucristo.