Capitulos:
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1 - 6par Cuando te sientes a comer con algún señor, considera bien lo que esté ante ti,
2 - y pon cuchillo a tu garganta, si tienes gran apetito.
3 - No codicies sus manjares delicados, porque es pan engañoso.
4 - 7par No te fatigues por enriquecerte. Sé prudente y desiste.
5 - ¿Hasta de poner tus ojos en las riquezas, que no son nada? Porque criarán alas de águila, y volarán al cielo.
6 - 8par No comas con el avaro, ni codicies sus manjares;
7 - porque tal como piensa en su corazón, así es él. Te dirá: "Come y bebe", pero su corazón no estará contigo;
8 - vomitarás lo que comiste, y perderás tus suaves palabras.
9 - 9par No hables al oído del necio, porque menospreciarán la prudencia de tus razones.
10 - 10par No remuevas el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos.
11 - Porque su defensor es el Fuerte, que juzgará la causa de ellos contra ti.
12 - 11par Aplica tu corazón a la enseñanza, y tus oídos a las palabras de sabiduría.
13 - 12par No rehúses disciplinar al muchacho, si lo castigas con vara, no morirá.
14 - Antes, al castigarlo con vara, lo librarás de la muerte.*
15 - 13par Hijo mío, si tu corazón es sabio, también se alegrará mi corazón;
16 - mis entrañas también se alegrarán, cuando tus labios hablen cosas correctas.
17 - 14par No tenga tu corazón envidia de los pecadores,* antes preserva en respetar al Eterno en todo tiempo.
18 - Porque de cierto hay un buen futuro, y tu esperanza no será cortada.
19 - 15par Escucha, hijo mío, sé sabio, y endereza tu corazón al camino.
20 - No estés con los bebedores de vino, ni con los comilones de carne.*
21 - Porque el bebedor y el glotón empobrecerán, y el sopor los vestirá de harapos.
22 - 16par Oye a tu padre, al que te engendró; y cuando tu madre envejezca, no la menosprecies.*
23 - Compra la verdad y no la vendas, adquiere sabiduría, disciplina e inteligencia.*
24 - Mucho se alegrará el padre del justo, el que engendra sabio se gozará con él.
25 - Alégrense tu padre y tu madre, y gócese la que te dio a luz.
26 - 17par Dame, hijo mío, tu corazón, y miren tus ojos por mis caminos.
27 - Porque abismo profundo es la ramera, y pozo angosto la extraña.
28 - También ella acecha como el ladrón, y multiplica entre los hombre los prevaricadores.
29 - 18par ¿Para quién es el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas? ¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas de balde? ¿Para quién los ojos amoratados?
30 - Para los que se detienen en el vino, para los que buscan la mistura.*
31 - No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece su color en el vaso. Entra suavemente,
32 - pero al fin morderá como serpiente, y como víbora dará dolor.
33 - Tus ojos verán cosas extrañas, y tu corazón hablará perversidades.
34 - Serás como el que yace en medio del mar, o como el que está en la punta de un mástil.
35 - Dirás: "Me hirieron, y no me dolió; me azotaron, pero no lo sentí. En cuanto despierte, volveré a pedir más."*