Nahum 3:15 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Nahum
Capitulos:

123

1 - ¡Ay de la ciudad sanguinaria, toda llena de mentira y de rapiña, que nunca suelta su presa!

2 - Chasquido de látigo y fragor de ruedas, galopar de caballos y saltar de carros.

3 - Jinetes enhiestos, resplandor de espada, y refulgir de lanzas; multitud de muertos y cadáveres sin fin. Y en sus cadáveres tropezarán.

4 - A causa de la multitud de las fornicaciones de la ramera de hermosa gracia, maestra de hechizos, que seduce a las naciones con su fornicación, y a los pueblos con sus sortilegios.*

5 - "Aquí estoy contra ti —dice el Eterno Todopoderoso—, descubriré tus faldas hasta tu rostro, mostraré a las naciones tu desnudez, y a los reinos tu infamia.

6 - "Y echaré inmundicias sobre ti, te afrentaré, Y te pondré como estiércol.

7 - "Todos los que te vean, se apartarán de ti, y dirán: ¡Nínive está arruinada! ¿Quién se compadecerá de ella? ¿Dónde te buscaré consoladores?"

8 - ¿Eres tú mejor que Tebas, que estaba junto al Nilo, rodeada de agua, cuyo baluarte y muralla era el mar?

9 - Etiopía era su fortaleza y Egipto su ilimitada fuerza. Fut y Libia fueron sus ayudadores.

10 - Sin embargo, ella también fue deportada, también sus pequeños fueron estrellados en las encrucijadas de las calles; y sobre sus nobles echaron suertes, y todos sus grandes fueron cargados de cadenas.

11 - Tú también serás embriagada, y encerrada; tú también buscarás refugio a causa del enemigo.

12 - Todas tus fortalezas serán cual higueras con brevas; que si las sacuden, caen en la boca del que las ha de comer.

13 - Tus tropas se han vuelto como mujeres en medio de ti. Las puertas de tu tierra se abrirán de par en par a tus enemigos, fuego consumirá las barras de tus puertas.

14 - Provéete de agua para el asedio, retuerza tus defensas, entra en el lodo, pisa el barro, refuerza el horno.

15 - Allí te consumirá el fuego, te talará la espada, te devorará como pulgón. Multiplícate como langosta, multiplícate como pulgón.

16 - Multiplicaste tus mercaderes más que las estrellas del cielo, pero como langostas hicieron presa y volaron.

17 - Tus guardas son como langostas, y tus grandes como nubes de langostas que se asientan en vallados en día frío; y al salir el sol se van, y nadie sabe adónde.

18 - Durmieron tus pastores, oh rey de Asiria, tus valientes yacen en tierra. Tu pueblo se dispersó por los montes, y no hay quien lo junte.

19 - No hay remedio para tu fractura, tu herida es incurable. Todos los que oigan tu noticia aplaudirán tu destrucción, porque, ¿quién no sintió tu interminable crueldad?