Hechos 21:15 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Hechos
Capitulos:

12345678910111213141516171819202122232425262728

1 - Después de separarnos de ellos, navegamos directamente a Cos, al día siguiente a Rodas y de allí a Pátara.

2 - Hallando un barco que pasaba a Fenicia, nos embarcamos, y partimos.

3 - Al avistar a Chipre, dejándola a la izquierda, navegamos hacia Siria, y arribamos a Tiro; porque el barco tenía que descargar allí.

4 - Después de hallar a los discípulos, quedamos allí siete días. Y ellos por el Espíritu, decían a Pablo que no subiese a Jerusalén.

5 - Cumplidos aquellos días, nos acompañaron todos, con sus esposas e hijos, hasta fuera de la ciudad. Y puestos de rodillas en la playa, oramos.

6 - Después, abrazándonos unos a otros, subimos al barco, y ellos volvieron a sus casas.

7 - Completada la navegación, vinimos de Tiro a Tolemaida. Saludamos a los hermanos, y quedamos un día con ellos.

8 - Al otro día salimos y llegamos a Cesarea. Y entrando en casa de Felipe el evangelista, que era uno de los siete, nos hospedamos con él.

9 - Este tenía cuatro hijas solteras que profetizaban.

10 - Como quedamos allí muchos días, descendió de Judea un profeta llamado Agabo.

11 - Vino a vernos, y tomando el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: "Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los gentiles".

12 - Al oír esto, le rogamos, nosotros y los de aquel lugar, que no subiese a Jerusalén.

13 - Entonces Pablo respondió: "¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? Porque yo estoy presto no sólo a ser atado, sino aun a morir en Jerusalén por el Nombre del Señor Jesús".

14 - Y como no lo pudimos persuadir, desistimos, diciendo: "Hágase la voluntad del Señor".

15 - Después de esos días, nos preparamos, y subimos a Jerusalén.

16 - Vinieron también con nosotros de Cesarea algunos discípulos, trayendo consigo a un tal Mnasón, de Chipre, antiguo discípulo, con el cual posásemos.

17 - Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con alegría.

18 - Al día siguiente Pablo fue con nosotros a ver a Santiago. Y estaban presentes todos los ancianos.

19 - Pablo los saludó, y les contó en detalle lo que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.

20 - Al oírlo, glorificaron a Dios, y le dijeron: "Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos han creído; y todos siguen siendo celosos por la Ley.

21 - "Pero fueron informados que tú enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles, a que se aparten de Moisés, y no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.

22 - "¿Qué hacer, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido.

23 - "Haz, pues, esto que vamos a decirte. Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen un voto que cumplir.

24 - "Tómalos, purifícate con ellos, y paga sus gastos, para que rasuren su cabeza. Y todos entenderán que no hay nada de lo que les informaron acerca de ti; sino que tú también guardas la Ley.

25 - "Pero en cuanto a los gentiles que han creído, les hemos escrito nuestro acuerdo de que se abstengan de los alimentos sacrificados a los ídolos, de sangre, de estrangulado y de fornicación".

26 - Al día siguiente, Pablo llevó consigo a esos hombres, y se purificó con ellos. Entonces entró en el templo para anunciar cuándo terminarían los días de la purificación, y cuándo presentarían la ofrenda por cada uno de ellos.

27 - Cuando estaban por cumplirse los siete días, unos judíos del Asia, al ver a Pablo en el templo, alborotaron a todo el pueblo, y le echaron mano.

28 - Gritaron: " ¡Israelitas, ayudad! Este es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, contra la Ley y contra este lugar. Además, ha traído a griegos al templo, y ha profanado este santo lugar".

29 - Porque antes habían visto con él en la ciudad a Trófimo, de Efeso, y pensaban que Pablo lo había introducido en el templo.

30 - Así, toda la ciudad se alborotó, y se agolpó el pueblo. Se apoderaron de Pablo, lo arrastraron fuera del templo, y cerraron las puertas.

31 - Como ellos procuraban matarlo, avisaron al tribuno de la compañía, que toda la ciudad de Jerusalén estaba alborotada.

32 - Este tomó en seguida soldados y centuriones, y corrió a ellos. Cuando vieron al tribuno y a los soldados, cesaron de golpear a Pablo.

33 - Entonces el tribuno lo prendió. Mandó atarlo con dos cadenas, y preguntó quién era y qué había hecho.

34 - Pero entre la multitud, unos gritaban una cosa, y otros otra. Y como no podía entender nada cierto a causa del alboroto, mandó llevarlo a la fortaleza.

35 - Al llegar a las gradas, fue llevado en peso por los soldados a causa de la violencia de la turba.

36 - Porque multitud de pueblo venía detrás, gritando: "¡Mátalo!"

37 - Cuando empezaron a entrar al cuartel, Pablo dijo al tribuno: "¿Me permites decirte algo?" Y él replicó: "¿Sabes griego?

38 - "¿No eres tú aquel egipcio que hace unos días levantó una sedición, y sacó al desierto cuatro mil salteadores?"

39 - Pablo respondió: "Yo soy judío, ciudadano de Tarso, ciudad no obscura de Cilicia. Te ruego que me permitas hablar al pueblo".

40 - Y como él se lo permitió, Pablo, de pie en las gradas, hizo señal con la mano al pueblo. Y hecho gran silencio, les dijo en hebreo: