Hechos 17:2 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Hechos
Capitulos:

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1 - Después de pasar por Anfípolis y Apolonia, llegaron a Tesalónica, donde había una sinagoga.

2 - Y como acostumbraba, Pablo fue a la sinagoga, y por tres sábados razonó con ellos de las Escrituras.

3 - Explicando y probando que el Cristo tenía que padecer y resucitar de entre los muertos. "Y que Jesús, a quien yo os anuncio -decía él-, es el Cristo".

4 - Algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y Silas; y de los griegos piadosos gran número, y no pocas mujeres prominentes.*

5 - Entonces los judíos incrédulos, llenos de envidia, reunieron a algunos ociosos, malos hombres, y juntando una turba, alborotaron la ciudad. Y asaltando la casa de Jasón, procuraron sacarlos al pueblo.

6 - Pero como no los hallaron, llevaron a Jasón y a algunos hermanos ante los gobernadores de la ciudad, dando voces: "Esos que han trastornado el mundo entero, han venido también aquí.

7 - "Y Jasón los ha recibido. Todos éstos van contra los decretos de César, diciendo que hay otro rey, Jesús".

8 - Al oír esto, el pueblo y los gobernadores de la ciudad, se alborotaron.

9 - Pero después de recibir una fianza de Jasón y de los demás, los soltaron.

10 - Tan pronto como anocheció, los hermanos enviaron a Pablo y a Silas a Berea. Y ellos, apenas llegaron, entraron en la sinagoga de los judíos.

11 - Estos fueron más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la Palabra de todo corazón, y examinaban cada día las Escrituras, para ver si esas cosas eran así.

12 - De ese modo, creyeron muchos de ellos, y mujeres griegas distinguidas, y no pocos hombres.

13 - Pero cuando los judíos de Tesalónica supieron que también en Berea Pablo estaba anunciando la Palabra de Dios, fueron, y también allí alborotaron al pueblo.

14 - Entonces, en seguida los hermanos enviaron a Pablo hacia el mar, y Silas y Timoteo se quedaron allí.

15 - Los que se habían encargado de Pablo, lo llevaron hasta Atenas; y volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo, fueran a él lo más pronto que pudieran.

16 - Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía al ver la ciudad llena de ídolos.

17 - Así, razonaba en la sinagoga con los judíos piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían.

18 - Algunos filósofos epicúreos y estoicos, debatían con él. Unos decían: "¿Qué quiere decir este palabrero?" Y otros: "Parece que predica dioses extraños", porque les predicaba a Jesús y la resurrección.

19 - Tomándolo, lo llevaron al Areópago, y le dijeron: "¿Podremos saber qué es esa nueva doctrina de que hablas?

20 - "Porque traes a nuestros oídos cosas extrañas. Queremos, pues, saber qué significa esto".

21 - Porque entonces, los atenienses y los extranjeros que vivían allí, no se interesaban sino en decir o en oír algo nuevo.

22 - Entonces Pablo se puso de pie en medio del Areópago, y dijo: "Atenienses, en todo os veo muy religiosos.

23 - "Porque al pasar y observar los monumentos de vuestro culto, hallé también un altar con la inscripción: 'Al Dios desconocido'. A ése, que vosotros honráis sin conocerlo, os anuncio yo.

24 - "El Dios que hizo el mundo y todo lo que hay en él, que es Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas.

25 - "Ni es honrado por manos de hombres, como si necesitara de algo. Pues él da a todos vida, aliento y todas las cosas.

26 - "De uno solo hizo todo el linaje de los hombres, para que habitaran en toda la tierra. Y les ha fijado el orden de las estaciones, y los límites de su residencia;

27 - "para que busquen a Dios, si tal vez, palpando lo puedan hallar, pues no está lejos de ninguno de nosotros.

28 - "Porque en él vivimos, y nos movemos, y existimos. Y como algunos de vuestros poetas dijeron: 'Linaje suyo somos'.

29 - "Siendo, pues, linaje de Dios, no hemos de pensar que Dios sea semejante a imágenes de oro, plata o piedra, escultura de arte de imaginación de hombres.

30 - "Pues Dios, habiendo pasado por alto ese tiempo de ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan.

31 - "Por cuanto ha establecido un día, en el cual juzgará al mundo con justicia, por medio de aquel Hombre que él ha designado, dando a todos una garantía al resucitarlo de entre los muertos".

32 - En cuanto oyeron hablar de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: "Te oiremos acerca de esto otra vez".

33 - Así salió Pablo de en medio de ellos.

34 - Pero algunos se unieron a él y creyeron. Entre ellos Dionisio, miembro del Areópago, una mujer llamada Dámaris, y algunos otros.