Ezequiel 8:3 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Ezequiel
Capitulos:

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1 - El día cinco del sexto mes, estaba yo sentado en mi casa, y los ancianos de Judá estaban sentados ante mí. Allí se posó sobre mí la mano del Señor, el Eterno.

2 - Miré, y vi una semejanza de fuego. Desde su cintura hacia abajo, parecía fuego; y desde su cintura hacia arriba, parecía como resplandor de bronce refulgente.*

3 - Aquella semejanza extendió la mano, y me tomó por el pelo de mi cabeza. El Espíritu me alzó entre el cielo y la tierra, y me llevó en visión de Dios a Jerusalén, a la entrada de la puerta norte del atrio interior, donde estaba el ídolo del celo.

4 - Allí estaba la gloria del Dios de Israel, como la visión que yo había visto en el campo.*

5 - Y me dijo: "Hijo de Adán, levanta tus ojos hacia el norte". Levanté mis ojos hacia el norte, y junto a la puerta del altar, vi el ídolo del celo a la entrada.

6 - Entonces me dijo: "Hijo de Adán, ¿ves lo que éstos hacen, las grandes abominaciones que la casa de Israel hace aquí, para alejarme de mi Santuario? Pero vuélvete, y verás abominaciones mayores aún".

7 - Me llevó a la entrada del atrio. Miré, y vi una abertura en la pared.

8 - Y me dijo: "Hijo de Adán, horada la pared". Horadé la pared, y vi una puerta.

9 - Me dijo luego: "Entra, y ve las malvadas abominaciones que éstos hacen allí".

10 - Entré y vi imágenes de reptiles y bestias repugnantes, y todos los ídolos de la casa de Israel, pintados por toda la pared.

11 - Ante ellos estaban setenta ancianos de Israel, y Jaazanías hijo de Safán entre ellos. Cada uno con su incensario en la mano. Y subía una espesa nube de incienso.

12 - Y me dijo: "Hijo de Adán, ¿ves las cosas que los ancianos de Israel hacen en tinieblas, cada uno en sus cámaras de imágenes pintadas? Porque ellos dicen: 'El Eterno no nos ve. El Eterno ha dejado la tierra"'.

13 - Me dijo después: "Vuélvete, y verás abominaciones mayores que cometen".

14 - Me llevó a la entrada de la puerta norte de la casa del Señor. Y había mujeres sentadas llorando a Tamuz.

15 - Luego me dijo: "¿Ves, hijo de Adán? Vuélvete, y verás abominaciones mayores aún que éstas".

16 - En seguida me llevó al atrio interior del templo del Señor. Y a la entrada del Santuario del Eterno, entre la entrada y el altar, había unos 25 varones, de espaldas hacia el Santuario y sus rostros hacia el oriente, postrados adorando el sol.

17 - Y me dijo: "¿Has visto, hijo de Adán? ¿Es cosa liviana para la casa de Judá hacer las abominaciones que hacen aquí? Después que han llenado la tierra de maldad, provocan mi enojo y ponen hedor a mi nariz.

18 - "Yo también los trataré con enojo. No los perdonaré, ni les tendré lástima. Aunque griten en mis oídos, no los oiré".*