Exodo 9:10 - Nueva Reina Valera 1990 (Adventista)

Libro de Exodo
Capitulos:

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1 - Entonces el Señor dijo a Moisés: "Entra a ver a Faraón y dile: 'El Eterno, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo para que me sirva.

2 - "'Si no lo dejas ir, y aún lo detienes,

3 - "'la mano del Eterno será sobre tu ganado que está en el campo: caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con peste gravísima.

4 - "'Y el Eterno hará separación entre el ganado de Israel y el de Egipto, de modo que nada muera de todo lo que pertenece a los israelitas'".

5 - Y el Señor señaló tiempo, diciendo: "Mañana el Eterno hará esto en el país".

6 - Al día siguiente el Eterno lo hizo. Y murió todo el ganado de Egipto, pero del ganado de los israelitas ninguno murió.

7 - Faraón mandó averiguar y supo que del ganado de Israel no había muerto ninguno. Aun así, el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo.

8 - El Eterno dijo a Moisés y a Aarón: "Tomad puñados de cenizas de un horno, y Moisés la esparcirá hacia el cielo ante Faraón.

9 - "Y vendrá a ser polvo sobre todo Egipto, que producirá sarpullido y úlceras en los hombres y en las bestias, por todo Egipto".

10 - Y tomaron ceniza de un horno, se pusieron ante Faraón y Moisés la esparció hacia el cielo. Y vino sarpullido y úlceras en los hombres y en las bestias.*

11 - Ni los hechiceros pudieron estar ante Moisés a causa de los tumores, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios.*

12 - Y el Eterno endureció el corazón de Faraón, y no los oyó; tal como el Señor lo había dicho a Moisés.

13 - Entonces el Señor dijo a Moisés: "Levántate de mañana, preséntate ante Faraón y dile: 'El Eterno, el Dios de los hebreos, dice: Deja ir a mi pueblo para que me sirva.

14 - "'Porque esta vez enviaré todas mis plagas sobre tus siervos y sobre tu pueblo, para que entiendas que no hay otro como yo en toda la tierra.

15 - "'Si yo hubiera extendido mi mano, y te hubiera herido con peste a ti y a tu pueblo, ya habrías desaparecido de la tierra.

16 - "'Pero te he dejado con vida, para mostrarte mi poder, y para que mi Nombre sea celebrado en toda la tierra.

17 - "'¿Todavía te opones a mi pueblo, para no dejarlos ir?'

18 - "Mañana a esta hora haré llover granizo muy pesado, como nunca hubo en Egipto, desde que se fundó hasta ahora.

19 - "Envía, pues, a retirar tu ganado y todo lo que tienes en el campo; porque todo hombre o animal que quede en el campo y no sea guardado bajo techo, el granizo descenderá sobre él, y lo matará".

20 - De los siervos de Faraón, el que temió la palabra del Eterno, puso sus criados y su ganado al abrigo.

21 - Pero el que no puso su corazón en la palabra del Eterno, dejó sus criados y su ganado en el campo.

22 - Y el Señor dijo a Moisés: "Extiende tu mano hacia el cielo, para que venga granizo en todo Egipto, sobre los hombres y las bestias, y sobre toda hierba del campo, en Egipto".

23 - Y Moisés extendió su vara hacia el cielo, y el Eterno hizo tronar y granizar, y los rayos corrían por la tierra. Y el Señor hizo llover granizo sobre la tierra de Egipto.

24 - Hubo, pues, granizo y fuego mezclado con el granizo, tan grande como nunca hubo en todo Egipto desde que fue habitado.

25 - Y ese granizo hirió en toda la tierra de Egipto todo lo que había quedado en el campo, así hombres como bestias; y destruyó toda la hierba del campo, y desgajó todos los árboles del país.

26 - Sólo en la tierra de Gosén, donde estaban los israelitas, no hubo granizo.

27 - Entonces Faraón envió a llamar a Moisés y a Aarón, y les dijo: "He pecado esta vez. El Eterno es justo, y yo y mi pueblo impíos.

28 - "Orad al Eterno para que cesen los truenos de Dios y el granizo. Y os dejaré ir, y no os detendré más".

29 - Moisés respondió: "Tan pronto como yo salga de la ciudad extenderé mis manos al Eterno, y los truenos cesarán y no habrá más granizo, para que sepas que la tierra es del Eterno.

30 - "Pero yo sé que ni tú ni tus siervos temeréis aún la presencia de Dios, el Eterno".

31 - El lino y la cebada fueron destruidos, porque la cebada estaba ya espigada, y el lino en caña.

32 - Pero el trigo y el centeno no fueron destruidos, porque eran tardíos.

33 - Cuando Moisés salió de la presencia de Faraón, fuera de la ciudad, extendió sus manos al Señor, y cesaron los truenos y el granizo, y la lluvia dejó de caer sobre la tierra.

34 - Pero cuando Faraón vio que la lluvia, el granizo y los truenos, habían cesado, se obstinó en pecar, él y sus siervos, y endureció su corazón.

35 - Y tal como el Señor lo había dicho por medio de Moisés, el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir a los israelitas.