Diccionario Biblico: Préstamo


Significado de Prestamo

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Lo que se entrega a una persona para su uso temporario en caso de necesidad, y
que debe ser devuelto a su dueño (ya sea el artículo o su equivalente).
Prestar a un hermano en tiempo de necesidad era un deber y un honor entre los
antiguos israelitas (Dt. 15:7-11; 24:10, 11). A diferencia de la práctica
moderna, el pueblo de Dios tenía prohibido cobrar intereses (heb. neshek y
tarbîth o marbîth) sobre un préstamo a un israelita pobre (Ex. 22:25), pero
esto siempre fue respetado (Jer. 15:10; Ez. 18:13). El cobro de intereses
estaba permitido cuando el préstamo se hacía a un extranjero (Dt. 23:20). Dios
vio que era necesario poner ciertas salvaguardias en favor de la persona
desafortunada que tuviera que pedir un préstamo; por ejemplo, quien prestaba no
podía retener como prenda un elemento de ropa, cuya privación pudiera causar
dificultades a su dueño (Ex. 22:26, 27; Dt. 24:17), ni tampoco una piedra de
molino, cuya falta dificultaría o imposibilitaría la preparación de los
alimentos (Dt. 24:6). Algunas veces, los deudores que no podían afrontar sus
obligaciones se vendían como esclavos ellos mismos o a sus hijos (2 R. 4:1).
Sin embargo, en tales casos debían servir sólo hasta el 7º año, o año de
liberación (Lv. 25:39-42; Dt. 15:1, 2). En tiempos de Nehemías el hambre
obligó a muchos judíos muy pobres de Judá a pedir dinero prestado sobre sus
propiedades y vender a sus hijos como esclavos para comprar alimentos y pagar
sus impuestos, de modo que quedaron irremediablemente en deuda con sus
compatriotas más ricos. Esta situación provocó la ira de Nehemías, y lo
impulsó a dar pasos para corregir ese mal (Neh. 5:1-12). Hay una posible
alusión a la ley romana en la parábola de Cristo del siervo sin misericordia
(Mt. 18:25), en que siendo acreedor ordenó que su deudor insolvente fuera
vendido con su familia y propiedades para ayudar a liquidar su deuda. Cristo
hizo referencia al cobrar intereses en los negocios comunes sin condenarlo (Mt.
25:27; Lc. 19:23).

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