Diccionario Biblico: Dios


Significado de Dios

Ver Concordancia



(heb. Kl, Klâh, Elôhîm, Elôah, YHWH; gr. Theós).

I. Definición.

La filosofía y la religión afrontan su mayor desafío en su esfuerzo por definir
a Dios. La filosofía, en su mayor parte, ha igualado a Dios con la "primera
causa", "ley natural", "fuerza cósmica" o, en el mejor de los casos, acepta a
Dios como la "realidad última". La Biblia atribuye a Dios una personalidad, y
lo describe como Creador, Sustentador, Legislador, Juez, Gobernante y Padre
(Gn. 18:25; Dt. 33:2; Sal. 103:13; 104:27-29; Is. 40:28; Dn. 4:17; Hch.
17:25-28; Ro. 8:15). La filosofía religiosa lo describe en términos como
"omnipotente", "omnisciente" y "omnipresente". palabras que enseñan ciertas
verdades importantes acerca de él.

II. Existencia.

Está universalmente confirmada por su creación y lo corrobora la naturaleza del
hombre (Ro. 1:19, 20; 2:14, 15). Pero este testimonio, aparte de la revelación
que Dios dio de sí mismo en las Escrituras, proporciona sólo un concepto
limitado y a menudo erróneo (incluso él revela sólo lo que necesitamos saber).
Pero debemos recurrir a la Biblia para obtener nuestra definición de Dios.
Toda especulación más allá de la revelación es inútil y aun peligrosa.

III. Nombres.

Los nombres básicos de Dios son: heb. Kl [plural Elôhîm], "Dios"; Elyôn
[aram. Illâyâ] "Altísimo"; Elôah [aram. Elâh], el singular de Elôhîm
cuando éste hace de singular (tiene el mismo significado que Kl ); YHWH,
"Yahwe h"; gr. Theós. Es interesante comprobar ciertas combinaciones en los
versículos bíblicos. Por ejemplo: "Yo soy el Señor
[YHWH] tu Dios [Elôhîm] Dios [Kl ] celoso" (Dt. 5:9); "Entonces Melquisedec,
rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo [Kl Elyôn]" (Gn. 14:18); "Y plantó
Abrahán . . . e invocó allí el nombre de Jehová Dios Eterno [YHWH Kl Ôlâm]"
(21:33); "Y 333 erigió allí un altar, y lo llamó El-Elohe-lsrael
[Kl-Elôhê-YîÑrâ-êl]" (33:20); etc. Para las combinaciones con YHWH véase
Jehová.

En Ex. 3:14 se da una frase muy particular: Ehyeh ªsher Ehyeh, "YO SOY EL
QUE SOY"; y en Ex. 6:2, 3 se amplía la revelación anterior (para más detalles,
véase CBA 1:179-182).

IV. Carácter-Naturaleza.

El Dios de la Biblia se presenta como un Dios de amor (Jn. 3:16; 1 Jn. 4:7, 8;
etc.). Se lo describe como "misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y
grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que
perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado" (Ex. 34:6, 7), pero también como
un Dios de justicia "que de ningún modo tendrá por inocente al malvado" (v 7).
Estos 2 aspectos se presentan en la declaración del NT: "Mira, pues, la bondad
y la severidad de Dios" (Ro. 11:22).

La Biblia describe a Dios como un ser capaz de crear, de comunicarse, de amar.
Su trato con Abrahán ilustra esta relación personal y cálida. Tenía un plan
para el patriarca como lo expresó en el "pacto" que hizo con él. Seis veces se
repitió ese pacto: 1. Cuando Dios llamó a Abrahán para dejar su hogar paterno
(Gn. 12:1-4; Hch. 7:2, 3). 2. Cuando llegó a la tierra a la que Dios lo había
llamado (vs 6, 7). 3. Cuando experimentó el chasco de la elección egoísta de
Lot (13:14-17). 4. Cuando necesitó que se restaurara su confianza después de la
batalla contra los reyes (15:1, 5, 6). 5. Cuando pecó y necesitó perdón
(17:1-8). 6. Cuando demostró su fidelidad en una crisis severa (22:15-18).
También otros experimentaron esta clase de amistad (Ex. 33:11; Nm. 14:13, 14;
Sal. 139:7-10; Is. 40:28, 29; etc.).

El testimonio del AT es significativo y revelador. En una época en que los
dioses de las naciones estaban representados como terrenos y sensuales, los
escritores del AT presentan la naturaleza ética de Dios (Sal. 24:4; Hab. 1:13).
También lo vieron como universal y no tribal, y como un Dios en vez de una
proliferación de deidades en competencia (Gn. 14:22; Dt. 6:5; Is. 45:25; 66:1;
Dn. 4:17). La concepción que el hombre tenía del Eterno no podía estar
completa hasta que él se revelara a sí mismo en la persona de Jesús. "A Dios
nadie lo vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha
dado a conocer" (Jn. 1:18). Así, la información más completa que el hombre
puede encontrar de Dios no está en la naturaleza, o en la experiencia personal,
ni siquiera en los rollos de los profetas antiguos, sino en la narración de los
Evangelios y en las enseñanzas de los apóstoles. Estas revelaciones son las
normas mediante las cuales se han de medir todas las demás revelaciones acerca
de él. Jesús, en la instrucción que dio a sus discípulos, describió esta
revelación (Jn. 14:1-10), como también lo hizo en la oración por sus discípulos
(cp 17) y en He. 1:1-5. Para un mundo que entendió mal al Padre, Jesús retrató
su carácter (Mt. 5:44, 45; Lc. 1:78, 79; 6:35). En el sacrificio de Cristo se
vieron la infinita sabiduría, el amor, la justicia y la misericordia de Dios.
La comprensión y el aceptación de su voluntad no sólo informará sino también
transformará (2 Co. 3:18; Ef. 3:14- 9; Col. 1:9-11).

Se presenta a Dios como quien demanda mucho, pero también da liberalmente (Mt.
16:24; Ro. 8:32). El espera obediencia, pero paga un precio infinito para que
la obediencia sea posible (Ex. 23:21; Dt. 11:27, 28; Is. 5:4; Os. 14:4; Jn.
3:16). Tiene una ley inmutable, pero suministra gracia inagotable (Mt.
5:17-19; Ro. 5:20; Fil. 4:13). Odia el pecado con aborrecimiento profundo,
pero ama al pecador con amor maravilloso (Sal. 101:3; Is. 63:9; Jer. 31:3; Ro.
2:8, 9; 9:25). El es Creador y Sustentador del universo ilimitado, y sin
embargo, es el Padre ansioso que espera en la puerta el regreso del hijo
pródigo (Sal. 33:6, 13, 14; 104:27, 28; Is. 44:22; Lc. 15:20). Desafía al
intelecto del hombre más brillante que el mundo haya conocido, y sin embargo
acepta la devoción de un niñito (Job. 36-41; Is. 45:20, 21; Jer. 9:12; Sal.
103:13; Mt. 7:11). Jesús se refirió a Dios como misericordioso (Lc. 6:36),
preocupado por las necesidades humanas (Mt. 6:32), generoso (7:11), amante (Jn.
3:16), espiritual (4:24).

Ocasionalmente, los escritores bíblicos rompen en rapsodias de alabanza al
Eterno. Lo que la prosa del intelecto no puede expresar, la poesía de la
alabanza es capaz de pintar. Después de describir el plan de Dios para salvar
a los hombres, Pablo declara: "¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría
y de la ciencia de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus
caminos! Porque ¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?
¿O quién le dio a él primero, para que le fuese recompensado? Porque de él, y
por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos.
Amén" (Ro. 11:33-36).

Indice alfabetico:

 
Ir arriba