Diccionario Biblico: Perdón


Significado de Perdon

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Traducción de varias palabras hebreas y griegas que tienen en común la idea de
liberar a un ofensor de la culpa y restaurar la relación personal que existía
ante de la ofensa. Los 2 verbos hebreos más comunes para "perdonar" son
nâsâ(literalmente "levantar [quitar]" la culpa) y sâlaj. También se usa el
verbo kâfar, "cubrir", "ocultar", que implica la idea de expiar. Los verbos
griegos son jarízomai (literalmente "dar con gracia" como un favor), "remitir",
"perdonar"; afími (literalmente "soltar", "enviar"), "cancelar", "remitir",
"perdona"; aními; y afairéÇ. Los sustantivos son: heb. selîjâh y gr. áfesis.
El perdón implica siempre una ofensa cometida contra la persona que extiende el
perdón, y debería estar precedida por el arrepentimiento del ofensor.

Todos los hombres han pecado contra Dios (Ro. 3:23) y están condenados a la
muerte eterna (6:23), a menos que se arrepientan de sus pecados (Lc. 13:3, 5;
Hch. 3:19) y con ello obtengan el perdón (1 Jn. 1:9), con lo que se restaura
una relación correcta con él (Ro. 5:1). Dios no está obligado a perdonar al
pecador culpable, pero su carácter bondadoso lo impulsa a hacerlo cada vez que
se desea o se pide perdón (Ex. 34:6, 7; Lm. 3:42). El pedido 918 debe hacerse,
sin embargo, con toda sinceridad y con la intención de no aprovecharse de la
gracia libremente otorgada. Cuando Dios perdona lo hace completamente y sin
reservas, restaura al pecador al mismo estado de favor que antes gozaba, y
elimina toda alienación y separación.

En las Escrituras se usan diversas expresiones en un esfuerzo por transmitir a
las mentes humanas la plenitud del perdón divino. El arroja, por así decirlo,
los pecados de los hombres a lo profundo del mar (Mi. 7:19); los aleja de sí y
de ellos "cuanto está lejos el oriente del occidente" (Sal. 103:12); tras sus
espaldas (ls. 38:17); y promete borrarlos y olvidarlos (ls. 43:25; Jer. 31:34).
El perdón de Dios es perfecto, así como Dios es perfecto.

El cristiano, dentro de lo que le permiten sus limitaciones finitas, debería
imitar la forma perfecta y completa del modo como Dios perdona cuando alguien
lo ofende. El espíritu de perdón debe acompañar al acto de perdón. Además,
puesto que el cristiano ha recibido una medida plena del perdón divino, está
bajo la obligación más estricta de perdonar a sus semejantes, cuando se
presenta la ocasión de hacerlo, con la misma medida conque él fue perdonado.
En realidad, el cristiano que rehúsa perdonar a otros está renunciando al
perdón de Dios para sí mismo (Mt. 6:12-15), y un espíritu no perdonador es un
pecado horrible ante Dios. El aborrecimiento total con que Dios considera un
espíritu no perdonador fue ilustrado por Jesús en la parábola del siervo que no
perdonó ( 18:23-35). Quien rehusa perdonar no puede, por la misma naturaleza
de las cosas, ser perdonado mientras conserve ese espíritu no perdonador. Como
le explicó Cristo a Pedro, para los cristianos no hay un límite en la extensión
del perdón ni número de veces que se haya de perdonar cuando alguien venga a
pedirlo (vs 21, 22). El cristiano siempre debe mantener el espíritu de perdón,
aun antes de tener la oportunidad de perdonar. No sólo será así, sino que
también tomará la iniciativa en hacer todo esfuerzo razonable para ganar a
quien lo ofendió y facilitarle la posibilidad de pedir perdón (vs 15-17).

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Concordancia Biblica: Perdon


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