Significado de Libano
Ver Concordancia
(heb. Lebânôn, [montaña, monte] "blanca/o", llamada asà porque está
parcialmente cubierta de nieve la mayor parte del año; ugar. y fen. Lebanôn;
ac. Labnana; hit. Lablana).
1. Cadena occidental de un cordón montañoso doble. Los montes LÃbano corren
paralelos a la costa del Mediterráneo por unos 240 km, desde el rÃo Litani (o
Leontes) cerca de Tiro, en el sur, hasta el Nahr el-Kebîr cerca de Lataquia, en
el norte. Los 2 cordones paralelos están separados por una valle elevado
llamado "llanura del LÃbano" en la Biblia (Jos. 11:17; 12:7); en los tiempos
clásicos, Celesiria ("Siria hueca"), y en los modernos, Beq~, Por ese valle
corren los 2 principales rÃos de Siria: el Orontes, hacia el norte, y el Litani
hacia el sur.
316. Un valle entre los montes LÃbano.
La Biblia parece aplicar el término LÃbano a ambos cordones montañosos cuando
habla de los "heveos que habitaban en el monte LÃbano"; sin embargo los
describe como viviendo en un territorio que es el cordón oriental o el valle
intermedio ("desde el monte Baalhermón hasta llegar a Hamat"; Jue. 3:3; cf 1
Cr. 5:23). Por otro lado, otros pasajes del AT dan el nombre de Hermón*
(también Sirión, Senir) al sector sur del cordón oriental, y aplican Amana a
los montes adyacentes (Dt. 3:8, 9; Cnt. 4:8). Los autores griegos llamaban
LÃbano al cordón occidental, y AntilÃbano al 713 oriental, nombres que todavÃa
se les aplican. Mapa XIV, A-4/5.
Las montañas del cordón occidental son más pintorescas que las otras, y las
alturas de sus cumbres oscilan entre 2.500 y 3.000 m s.n.m., con pasos de 1.500
m s.n.m. o más entre ellas. Las laderas occidentales del LÃbano son fértiles,
y en tiempos antiguos estaban cubiertas por cedros y abetos o cipreses de fama
mundial. Además, habÃa pinos y robles, como también almendros, moreras,
higueras, olivos, nogales, damascos (albaricoqueros), perales, granados y
pistachos o alfóncigos. Los cedros eran exportados a Egipto ya en el 3er
milenio a.C., y más tarde también a Mesopotamia, Palestina y otros paÃses.
Después de la conquista árabe se dio tan poco cuidado a estos bosques que los
cedros prácticamente han desaparecido del LÃbano, y extensas regiones han
perdido su capa de suelo fértil. Las montañas son calcáreas y de arenisca, y
tienen muchos manantiales que dan fertilidad a sus laderas. La mayor altura
del cordón oriental, el AntilÃbano, está en su extremo sur, donde el monte
Hermón eleva su cumbre hasta los 2.814 m s.n.m. Los montes AntilÃbano, que
reciben menos lluvia que los del cordón occidental, son más desolados y menos
pintorescos. Las laderas orientales descienden hasta la meseta siria, que es
una estepa en su parte occidental y un desierto en la oriental.
La Biblia menciona con frecuencia al LÃbano, en primer lugar como lÃmite
noroeste de la tierra prometida (Dt. 1:7; 11:24; Jos. 1:4; 11:17; 12:7; 13:5),
y en segundo lugar como paÃs productor de madera de cedro. Salomón obtuvo del
LÃbano las vigas para el templo y su palacio por medio de Tiro (1 R. 5:6-10; 2
Cr. 2:8-16), y Zorobabel hizo lo mismo al reconstruir el templo después del
exilio (Esd. 3:7). Los poetas y los profetas mencionan el LÃbano por la nieve
(Jer. 18:14), por sus animales silvestres ( como leopardos y leones; 2 R. 14:9;
Cnt. 4:8), y por sus imponentes cedros y otros árboles ( 2 R. 19:23; Is.
60:13; Zac. 11:1, 2 ) con que los fenicios armaban sus embarcaciones y labraban
sus mástiles (Ez. 27:5: fig 120).
317. Inscripción griega de Teodosio, que habÃa construido la sinagoga en
Jerusalén para los judÃos de la dispersión.
2. Torre (heb. migdal ha-Lebânôn) mencionada en Cnt. 7:4. No se sabe si en
realidad existió una con ese nombre en los montes LÃbano o en alguna otra
parte. Puesto que se la menciona sólo en un contexto poético, posiblemente era
un edificio imaginario, cuyo nombre sugerÃa belleza, elevación y prominencia, y
que le sirvió al poeta para comparar la nariz de su amada.