Diccionario Biblico: Dinero


Significado de Dinero

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Medio de intercambio, emitido por la autoridad de un gobierno reconocido, que
representa un valor fijo y que circula en los tiempos modernos como monedas o
como certificados en papel. El mundo antiguo no conocía el dinero en la forma
de materiales perecederos, como el papel moneda o las monedas metálicas, hasta
el s VIII a.C. Antes de esa época, todos los pagos se hacían en productos o en
metal, el valor de los cuales se medía por el peso. Se usaban balanzas con
pesas de piedra o de metal más o menos normalizadas. Como la plata era el
metal más usado para el intercambio, con frecuencia se usaba la palabra heb.
keseƒ, "plata", con el sentido de "dinero" (como ocurría también con el bab.
kaspu y el fen. ksp). Del mismo modo, los términos "pagar" y "pesar" se
expresaban con el mismo verbo heb. shâqal (ac. shaqâíu). Por ello encontramos
que Abrahán pesó 400 siclos de plata por la tierra que compró cerca de Hebrón
(Gn. 23:16), y que David dio a Omán "el peso de seiscientos siclos de oro" por
la era del jebuseo (1 Cr. 21:25). Véanse Balanza; Medidas y Pesas.

El sistema monetario que se usaba en Canaán durante el 2º milenio a. C. era el
babilónico, como lo revelan las Cartas de Amarna* del s XIV a.C. Dado que los
términos del AT para los valores monetarios, "siclo" y "mina", derivan del bab.
shiqlu y manû, por lo general se supone que los israelitas también usaban el
sistema monetario babilónico en vez del egipcio, el que aparentemente no usaban
fuera del Egipto ni siquiera sus vasallos. Véase Mina; Siclo; Talento.

Las frases "pieza de dinero" o "moneda"* son traducciones un tanto vagas de
palabras hebreas no claras que denotan cierta cantidad de metal precioso cuyo
equivalente exacto se desconoce (Gn. 33:19; 1 S. 2:36). En algunos pasajes se
añadió la palabra "siclos" (Jue. 17:2; 2 S. 18:11) que se debería tomar en
sentido neutro para indicar un peso o valor implícitos en el hebreo, pero no
expresado. En las notas de Gn. 33:19 (BJ) y Jos. 24:32 (DHH) aparece la
palabra kesitas, transliteración del heb. qeÑîtah, que representa una antigua
unidad de peso que se usaba para los pagos. Parece que se dejó de emplear
después de la conquista de Canaán, ya que nunca más se la menciona en los
libros posteriores de la Biblia. Se desconoce su valor. En Mt. 26:15 y 27:9
la frase "piezas de plata" representa un siclo o su equivalente (cÆ’ Zac.
11:12).

La moneda acuñada se introdujo por 1ª vez en Lidia, c 700 a.C. Desde allí, el
proceso de fabricar monedas de metal de tamaño y peso uniformes se difundió
rápidamente en Grecia, cuyas primeras monedas datan de antes del 650 a.C.
Cuando Ciro tomó Sardis (547 a.C.) y toda el Asia Menor llegó a ser posesión de
los persas, éstos adoptaron la moneda acuñada y la introdujeron en todas partes
de su imperio -que abarcaba todo el Cercano Oriente-, pocos años después de la
conquista de Lidia. Las monedas de oro eran acuñadas sólo por el rey, pero las
de plata también eran emitidas por los gobiernos provinciales. Según se
conoce, las monedas persas son las primeras que llevaban retratos humanos (la
del rey que las emitía) en vez de figuras de animales o de divinidades. Darío
I introdujo la moneda de oro normalizada, que se llamó dareikós, "dárico", y
que pesaba unos 8,4 g (fig. 366).

Como el valor del oro y de la plata varía mucho actualmente, no se puede dar un
precio exacto de las monedas, de modo que si el lector desea saberlo deberá
multiplicar su peso en gramos por el valor corriente del gramo de oro o de
plata en su país, como lo indiquen las páginas financieras de los diarios
locales.

Las monedas acuñadas más antiguas, mencionadas en el AT, son las "dracmas"
griegas o el "dárico" (Esd. 2:69; Neh. 7:70-72). En Betsur se descubrió una
moneda del s V a.C., que imitaba la dracma ateniense (fig 365). Su inscripción
hebrea menciona: 1. A un cierto Ezequías, probablemente el sumo sacerdote a
quien Josefo sindica como amigo de Tolomeo I. 2. El nombre "Judá" como país
emisor. Este descubrimiento muestra que los judíos usaban dracmas como monedas
de plata, y que aun; las emitieron localmente durante los períodos persa y
helenístico temprano. Al mismo tiempo, también usaron las monedas persas como
el dárico (Esd. 8:27). Las "dracmas" de 1 Cr 29:7 son la traducción del heb.
ªdarkôn. Este término probablemente fue usado por el autor de 1 Cr. para
convertir el valor monetario del tiempo de David a la moneda de su propia
época. En realidad, muchos comentadores creen que las diversas referencias a
monedas que hay en Cr., Esd. y Neh., no importa cuál haya sido el empleo de los
términos hebreos, 331 se aplican al dárico persa, y que esta moneda bien
conocida se usó para que los valores monetarios anteriores fueran
significativos para los lectores de su época.

Alrededor del 140 a.C., Antíoco VII dictó un decreto que permitió a Simón
Macabeo (143/42-135 a.C.) emitir su propia moneda (1 Mac. 15:6). Sin embargo,
esta concesión parece haber sido anulada algún tiempo después, pues no se han
encontrado hasta ahora monedas de este Simón. (Las monedas anteriormente
atribuidas a él son de la primera rebelión contra los romanos.) Juan Hircano I,
hijo de Simón, por lo tanto, fue el primer gobernante judío que emitió monedas
macabeas. Estas, que incluyen las de los sucesores de Hircano, todas de
bronce, fueron emitidas; hasta el período romano. En armonía con el mandato de
no hacer imágenes, no presentan semejanzas de animales o de seres humanos, sino
más bien diseños de símbolos militares, como la de un navío de guerra (fig 89)
o un casco, o símbolos religiosos, como un cálice que se usaba para las
libaciones (fig 462). Generalmente, llevaban inscripciones griegas y hebreas,
pero, desde Herodes el Grande, algunas sólo tenían textos en hebreo.

169. Monedas romanas durante los tiempos del NT. Los números 1, 6, 9 y 12 son
dupondii; las 3 y 5 son assarii; las 2, 4, 7, 8, 10, 11, y 13-15 son denarii.

Como la emisión de monedas era una señal de soberanía, especialmente las de
plata y de oro, a los judíos se les permitió sólo emitir de bronce o cobre,
Esta restricción presentaba un problema cuando se trataba de las necesidades
del templo. El impuesto anual para el templo, que cada judío varón desde los
20 años debía pagar, equivalía a 1/2 siclo de plata. Cabe señalar que en
tiempos del NT la palabra siclo se usó para aplicarla al tetradracma (4
dracmas) de Tiro (gr. stater, "estatero"; Mt. 17:27), la moneda que se aceptaba
para pagar el impuesto anual destinado al templo. Por consiguiente, los
gobernantes judíos escogieron para pagar el impuesto anual el tetradracma 332
de Tiro, acuñada en esa ciudad entre el 126 a.C. y el 66 d.C., pues por lo
general era de buena cualidad, uniforme en peso y bastante abundante (fig 170).
Esta era la moneda que junto con el didracma (llamadas respectivamente siclo y
medio siclo), habían aprobado los sacerdotes para el uso del templo. Los
visitantes que tenían monedas de otros países y de otros valores debían
cambiarlas por estas monedas autorizadas. Judas traicionó a Jesús por 30
tetradracmas tirias del tesoro del templo. Véanse Cambista; Tributo del
templo.

170. Un tetradracma de Tiro, usado como un siclo para el pago de los impuestos
del templo. El anverso muestra al dios fenicio Melkart (Baal). El anverso
retrata un águila y tiene una flecha (equivalente al 30 a.C.) con la
inscripción: "Tiro, la santa e inviolable".

Bib.: F. A. Banks, Coins oƒ Bible Days [Monedas de los tiempos bíblicos] (Nueva
York, 1955); A. Reifenberg, "Ancient Jewish Coins" [Antiguas monedas judías],
JPOS 19 (1941):59-81, 286-313; F. W. Madden, History oÆ’ Jewish Coinage and oÆ’
Money in the Old and New Testament [Historia de la acuñación judía y del dinero
en el AT y el NT] (ed. rev., Nueva York, 1967); M. Wacks, The Handbook oÆ’
Biblical Numismatics [Manual de numismática bíblica] (Houston, 1976); Herodoto
i.94; FJ-AA i.22.

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